Si Bolivia pide un precio excesivo por el gas que vende a Brasil, éste último podría buscar otras fuentes de abastecimiento.
Buenos Aires, (EFE).- Brasil "no es rehén" del gas de Bolivia, subrayó Marco Aurelio García, principal asesor en política internacional del presidente brasileño, Luiz Inacio Lula Da Silva, en una entrevista publicada hoy por el diario argentino Clarín.
García reconoció el malestar de Lula Da Silva por "cuestiones de forma" en la decisión del presidente boliviano, Evo Morales, de nacionalizar los hidrocarburos del país andino y se pronunció en favor de la "sensatez" en las negociaciones bilaterales.
Dijo que Brasil buscará otras fuentes de energía si considera excesivo el precio del gas boliviano y apuntó que la "crisis" entre ambos países repercutirá en el proyectado Gasoducto del Sur, desde Venezuela hasta Argentina a través de territorio brasileño.
En este sentido, señaló que entre los puntos en estudio para llevar adelante la iniciativa "lo más importante" serán los "aspectos jurídicos y políticos".
"Digamos que es clave el problema de la confianza, de la credibilidad en un marco jurídico que garantice que nadie va a cerrar la llave e impedir que el gas circule" por el Gasoducto del Sur, puntualizó.
García matizó que Brasil necesita el gas boliviano porque representa la mitad del consumo de su país, "pero Bolivia necesita a Brasil" para su desarrollo, por lo que hay "una necesidad recíproca".
"Y hay una presión objetiva para que se llegue a conclusiones sensatas", agregó.
Indicó que Brasil puede optar por "cambiar hacia el gas licuado" de petróleo, como hizo Chile, si el precio que pretende Bolivia "es muy alto" e insistió en que espera "que la sensatez predomine" en las negociaciones.