Llegan los tres pescadores a Honolulú en Hawai, de donde partirán por aire a Los Ángeles, California, y luego a la Ciudad de México.
Agencias
MÉXICO, DF.- El procurador general de la República, Daniel Cabeza de Vaca, descartó ayer miércoles investigar si los tres pescadores mexicanos que estuvieron a la deriva por casi nueve meses están implicados en el tráfico de drogas.
Hasta el momento, aseguró, no existen elementos sólidos que permitan al Ministerio Público federal sospechar que Jesús Vidaña, Salvador Ordóñez y Lucio Rendón, quienes fueron rescatados por un buque atunero taiwanés, cerca de las Islas Marshal, al noroeste de Australia, se dedicaban a actividades ilícitas.
?Son especulaciones, ciertamente hay algunas versiones, todos las hemos conocido, que podrían no estar muy sustentables, o muy corroboradas, pero, mientras no tengamos elementos de sospecha firmes o alguna acusación concreta, para nosotros son unos náufragos que fueron rescatados?, explicó el funcionario.
Sin embargo, aclaró, la PGR estará atenta en caso de que surjan elementos que hagan presumir otra situación.
?Estaremos atentos porque es la zona en la que el narcotráfico opera y estaremos atentos, no tenemos ninguna información que nos permita en estos momentos iniciar una investigación?, advirtió Cabeza de Vaca.
AVENTURA ESTÁ POR CONCLUIR
La aventura de los pescadores náufragos en aguas del Pacífico está por concluir, ya que ayer miércoles llegaron a Honolulú a las 3:13 horas tiempo local (8:13 hora de México), de donde partirán por aire a Los Ángeles, California, y luego a la Ciudad de México. En el vuelo 956 de Continental Airlines arribaron a Honolulu, Hawai, Jesús Eduardo Vidaña López, Salvador Ordóñez Vázquez y Lucio Rendón Becerra, acompañados por personal de la Secretaría de Relaciones Exteriores bajo la dirección del diplomático Luis Enrique Franco.
En esa isla, los funcionarios de la Cancillería mexicana harán los trámites correspondientes para viajar a California, Estados Unidos; después a la Ciudad de México y después se irán a sus respectivos lugares de origen. De acuerdo con fuentes de la Secretaría, los pescadores que salieron del puerto de San Blas, en Nayarit, el 28 de octubre de 2005 y quienes se perdieron en aguas del Pacífico Sur, donde naufragaron por nueve meses, regresan contentos y con la esperanza de volver a ver a sus seres queridos, y no muestran signos de agotamiento.
AMENAZA EMBARGO A FAMILIA DE NÁUFRAGO
La emoción de ver vivo a su hijo, Jesús Eduardo Vidaña López, uno de los tres pescadores rescatados frente a la isla de Marshall, se ve empañada en el matrimonio de Rosa María López y Jesús José Vidaña; su humilde casa, enclavada en uno de los barrios más pobres de Culiacán, Sinaloa, es objeto de una disputa legal por una deuda con una casa comercial, con la que aparecen como aval.
Para la madre del joven pescador, oriundo de las Arenitas, es una vergüenza y una gran preocupación la amenaza que se cierne sobre su patrimonio, por el aval que otorgaron a Leobardo Maldonado Castillo, un joven al que crió como su propio hijo, cuando éste fue llevado a su hogar por el propio Vidaña López, cuando éste tenía poco más de 16 años de edad.
Nueve días después de conocerse el rescate de los tres hombres del mar, al noroeste de Australia, en el hogar del ?Juanillo?, ubicado en la calle Jorge Romero, número 4873, de la colonia Adolfo López Mateos, una notificación del bufete jurídico ?Ariel Leobardo Maldonado Castillo?, con domicilio en esa ciudad, cayó como una losa para la familia, por el reclamo de un adeudo de 15 mil 085 pesos, relacionado a compras de enseres domésticos, más un cobro por moras y cobranzas de seis mil 500 pesos.
Esta nueva historia en la que se ve envuelta esta familia se inició en 1995, cuando su hijo, Jesús Eduardo, al retorno de uno de sus trabajos en las cercanías de la bahía de Ceuta, llegó acompañado de Maldonado Castillo, tres años menor que él, al cual se dieron un trato de adopción por varios años e, incluso, le prestaron su modesta casa en la colonia López Mateos, cuando éste casado y con dos hijos requería de techo.