Señalan especialistas que el presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Jorge Zermeño, podría tomarle la protesta a Felipe Calderón con representación de todo el Congreso.
EL UNIVERSAL
MÉXICO, DF.- La transmisión del poder presidencial no está en riesgo jurídicamente. En otras épocas, incendios, golpes de Estado, rebeliones e invasiones de Ejércitos extranjeros obligaron al nuevo mandatario a asumir el cargo en medio de la crisis, inclusive en pleno exilio.
El Congreso a su vez ha declarado provisionalmente ?recintos oficiales? a diferentes sedes cuando lo ha necesitado, a veces forzado por alguna calamidad y otras para dar realce al ceremonial. Así, lo mismo ha sesionado en majestuosos palacios, como Bellas Artes, que en un estadio deportivo y hasta en las instalaciones de un circo.
El primero de diciembre se deberá cumplir el ceremonial ordenado por las leyes mexicanas en las que el presidente Vicente Fox entregue la banda presidencial al presidente de la Cámara de Diputados, y éste a su vez la deje en manos del nuevo mandatario Felipe Calderón para que se la coloque a sí mismo e inicie su mandato sexenal.
Sin embargo, el persistente reclamo del perredista Andrés Manuel López Obrador de que hubo fraude electoral ha dejado caer la incertidumbre sobre la posibilidad que pueda realizarse la ceremonia de transmisión del poder presidencial, sobre todo por el antecedente del primero de septiembre cuando los legisladores del PRD impidieron al presidente Fox leer su mensaje ante el Congreso con motivo de su último informe de Gobierno.
?El primero de diciembre no vamos a permitir la imposición de un presidente espurio, resultado de la manipulación del voto ciudadano. Seguiremos en el camino de una estrategia de restablecimiento de las instituciones verdaderamente republicanas y de restablecimiento de la legalidad?, advirtió el dos de septiembre Jesús Ortega, coordinador de campaña de López Obrador.
El doctor en Derecho, Raúl Carrancá y Rivas, y el historiador Alejandro Rosas, aseguraron en entrevistas por separado que sin duda alguna el nuevo mandatario iniciará su Presidencia desde el primer minuto del primero de diciembre porque así lo estipula la Constitución.
Pero Carrancá añadió que ese hecho deberá ?sacramentarse? con la toma de protesta de Calderón, pues de manera expresa debe jurar ante el Congreso que ?guardará y hará guardar la Constitución y las leyes que de ella emanen?.
Es como cuando una persona tiene que decir expresamente ante el altar que acepta desposar a su pareja, comparó el jurista.
Si los perredistas quieren impedir otra vez la ceremonia, el diputado Jorge Zermeño, podría tomarle la protesta a Calderón en representación de todo el Congreso en otro sitio dentro del recinto, sea en un pasillo, un despacho privado o algún salón. Otra alternativa, coincidió con el historiador Rosas, es que se declare recinto alterno a otra sede, pero en este caso de todos modos tendrían acceso los legisladores perredistas.
Con base en la experiencia histórica del país, y sobre casos concretos, aseguró que ?desde las cero horas del primero de diciembre ya es presidente constitucional, no hay plazo establecido de que tiene que llegar al Congreso y hasta entonces ya lo es, no?. Agregó que ?sí es necesario que proteste ante el Congreso, pero la Ley no dice que en el Congreso?.
Se le preguntó al senador del PRD, Pablo Gómez si hay la posibilidad de que el Congreso cambie de sede para la toma de posesión de Calderón, y se quiera evitar así que sus compañeros perredistas bloqueen el ceremonial.
?No está planteado ese asunto todavía?, pero agregó en tono de advertencia: ?En cualquier lugar es lo mismo ¿qué diferencia hay??.
El presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado y líder de la bancada panista, Santiago Creel, respondió a la misma pregunta: ?No es algo que estemos contemplando (el cambio de sede)?.
Rosario Green, secretaria general del PRI y senadora, dijo: ?Es un tema que se está discutiendo, ojalá no rompamos también con esa tradición porque los cambios de sedes pueden ser peligrosos?, y recordó como un mal precedente que Fox haya acudido al Auditorio Nacional, tras asumir la Presidencia, donde sus hijos le regalaron un crucifijo. Antes, los presidentes priistas acudían a Palacio Nacional con su Gabinete, agregó la ex canciller.
El historiador Alejandro Rosas afirma en su libro ?Mitos de la historia mexicana? que 16 construcciones han albergado al Congreso desde 1821 en que inició su vida independiente.
El primer Congreso mexicano se instaló el 24 de febrero de 1822 en la Catedral Metropolitana y en 1829 inició lo que Rosas llama ?su largo peregrinar?: primero, en un salón Palacio Nacional, luego en 1847 en Querétaro durante la invasión estadounidense; entre 1863, con la intervención francesa los diputados sesionaron en el Colegio Guadalupano en San Luis Potosí, luego en la Casa del Obispado en Saltillo, en 1864.
Antes, en 1868, el Congreso mexicano sesionó durante unos meses en el edificio que fuera del Circo Chiriani, en la calle de Gante. Volvió a Palacio Nacional, un incendio destruyó su elegante salón, así que los diputados emigraron al que fuera Teatro Iturbide, en la esquina de Donceles y Allende.
Ahí estuvieron 35 años, relata Rosas en su libro, hasta que otro incendio los obligó a dejar el inmueble. Se trasladaron entonces al Palacio de Minería, en la calle de Tacuba, hasta que se inauguró en abril de 1911 la sede de la Cámara de Diputados en el mismo lugar donde estuvo el Teatro Iturbide.
Eso fue hasta 1981, cuando dejaron el edificio que hoy ocupa la Asamblea Legislativa del DF, para irse a San Lázaro. Otro incendio, en 1989, obligó a trasladar a la Cámara de Diputados al Centro Médico, y en 1992 volvieron al Palacio de San Lázaro.