Aplican en la pintura del artista holandés la llamada escala de Kolmogorov, utilizada para medir el grado de turbulencia de un fluido.
MÉXICO, D.F.- Los científicos mexicanos José Luis Aragón Vera y Gerardo G. Naumis, del Centro de Física Aplicada y Tecnología Avanzada y del Instituto de Física, respectivamente, de la UNAM, junto con un equipo de científicos de España y el Reino Unido, explicaron el proceso físico subyacente a la famosa obra del pintor Vincent Van Gogh "Noche estrellada", creada durante uno de los múltiples episodios sicóticos del artista holandés.
Los resultados del estudio fueron publicados en la prestigiosa revista "Nature" bajo el titulo de "escala de Kolmogorov en apasionadas pinturas de Van Gogh", en donde describen cómo la llamada escala de Kolmogorov, (descrita por el científico Ruso Andrei Kolmogorov en 1940, para medir el grado de turbulencia de un fluido), se aplica en la famosa pintura de Van Gogh.
Aragón y sus colegas buscaron en la obra del atribulado artista las huellas de turbulencia que Kolmogorov describió en forma matemática.
De acuerdo a la revista "Nature", los investigadores tomaron imágenes digitales de las pinturas y calcularon la probabilidad de que dos píxeles a cierta distancia tuvieran el mismo brillo, o la luminiscencia.
"El ojo es más sensible a los cambios de luminiscencia que a los cambios de color", señala Aragón, "la mayor parte de la información en una escena está contenida en su luminiscencia".
Varios de los trabajos de Van Gogh demuestran el escalamiento de Kolmogorov en la probabilidad de distribución de la luminiscencia.
A simple vista, este patrón se puede apreciar como remolinos de diversos tamaños, incluyendo remolinos grandes y remolinos minúsculos creados por el trabajo en el pincelado.
Van Gogh parece ser el único pintor capaz de crear turbulencia con tal precisión matemática.
En contraste, al examinar obras con aparentes formas turbulentas como la pintura "El grito" de Edvard Munch, no es posible encontrar el escalamiento de Kolmogorov.
La NASA en el 2004 ya había mostrado las similitudes entre los turbulentos gases que rodean a la estrella V388 Monocerotis y la obra de Van Gogh.
En los últimos años, diversos investigadores han analizado diferentes obras artísticas en busca de patrones que puedan explicar el distintivo estilo de sus creadores mediante fórmulas matemáticas.