El Cairo, (EFE).- Arqueólogos egipcios descubrieron las ruinas de las "oficinas administrativas" del templo de Madi, que data de la época faraónica del Imperio Medio (2040-1777 a.C.), en la provincia de Al Faiyum, a cien kilómetros al suroeste de El Cairo.
El hallazgo lo anunció el ministro egipcio de Cultura, Faruq Hosni, que reveló también que los expertos encontraron vestigios de almacenes de legumbres y salas que sirvieron de residencia a los sacerdotes y trabajadores del templo de la ciudad de Madi.
Dentro de las oficinas, construidas de adobe, se descubrió un conjunto de sellos -entre ellos uno de un sacerdote-, un anillo de oro y una estatua sin cabeza de una esfinge y otra que representa a una mujer, fabricadas de granito y de bronce, respectivamente.
Asimismo, se encontraron gran cantidad de papiros escritos con alfabeto jeroglífico, que según el jefe del Consejo Supremo de Antigüedades, Zahi Hawas, se tratan de mensajes de la realeza de la dinastía grecorromana de los Ptolomeos (341 a.C.-30 d.C.).
Entre esas misivas destaca una dirigida por la esposa del rey Ptolomeo I al sacerdote del templo, en la que le agradece sus servicios.
También se descubrió en el mismo lugar un camino cubierto con adoquines de cal y flanqueado por estatuas de esfinges, además de ruinas de salas y columnas fabricadas con roca de granito, y calderas y vasijas de cerámica.
Por último, los arqueólogos encontraron una estela de granito en la que el faraón Amememhet III, perteneciente a la dinastía XII -la única que gobernó durante del Imperio Medio-, es representado con la forma de un toro.
El templo de la ciudad de Madi, que fue fundada en la dinastía XII y cuyo esplendor se mantuvo hasta la época grecorromana, fue descubierto en 1937.
Zahi Hawas subrayó la importancia del descubrimiento porque "ha dejado al descubierto todos elementos arquitectónicos que faltaban del templo de Madi, el único que se conserva del Imperio Nuevo".
Ese santuario, consagrado al culto de la divinidad de la cosecha, data de cuando el faraón Amememhet IV compartió el poder con su padre Amememhet III, recordó Hawas.