El vaticano informó que el hallazgo será expuesto a los fieles en la basílica de dicho apóstol cuando lo examinen.
EFE
CIUDAD DEL VATICANO.- La Santa Sede convocó ayer lunes una rueda de prensa para anunciar con total seguridad que el sarcófago encontrado bajo el altar mayor de la basílica de San Pablo de Extramuros pertenece al apóstol San Pablo.
El hallazgo fue realizado tras varios años de excavaciones arqueológicas bajo el altar mayor de la Basílica romana dedicada al apóstol.
Un descubrimiento de gran valor arqueológico pero también para la tradición cristiana que levantó la basílica donde se creía que fue enterrado Pablo pero sin que hasta ahora se tuvieran pruebas ciertas.
?No hay ninguna duda que el sarcófago encontrado bajo el suelo de la basílica de San Pablo es el del apóstol?, explicó este lunes arcipreste del templo, el cardenal Andrea Lanza di Montezemolo.
Los arqueólogos comenzaron sus excavaciones en el 2002 y sólo el mes pasado pudieron sacar a la luz, el sarcófago, que data al menos del año 390, y que yacía olvidado entre los estratos de los templos que fueron construidos uno sobre el otro.
En la losa sobre el sepulcro se puede leer en latín: ?Paulo Apostolo Mart? (Pablo, apóstol y mártir) y presenta el agujero que se realizaba para poner en contacto la reliquia con el altar pero también para que los peregrinos pudieran introducir trozos de tela que tocasen los restos.
El sarcófago será expuesto a los fieles en la basílica de san Pablo cuando se termine completamente de examinar pero aún no se ha decidido si se abrirá para analizar los restos del apóstol.
Según el cardenal Lanza Montezemolo, sólo el Papa puede decidir la apertura del sarcófago y aún no se ha expresado sobre esto.
La apertura del sarcófago podría desvelar nuevos misterios de la tradición cristiana pues se desconoce si también se encuentra bajo la basílica la cabeza de San Pablo, que fue decapitado en el año 65 por orden de Nerón.
La Basílica de San Pablo Extramuros es, después de San Pedro, la iglesia más grande de Roma y surgió en la primera mitad del siglo IV por voluntad del emperador Constantino, en el lugar donde se indica la tumba del apóstol.
Fue reconstruida varias veces, la última fue en 1823, tras un incendio, y es la que se conserva actualmente y contienen los retratos de todos los papas de la historia de la Iglesia católica, comenzando por San Pedro.
¿Quién fue San Pablo?
Inicialmente fue un activo perseguidor de los seguidores de Jesús. En el año 36 se convirtió al cristianismo, que según cuenta el Libro de los Hechos de los Apóstoles, fue gracias a una aparición de Cristo, camino de Damasco.
San Pablo nació con el nombre de Saulo entre el año cinco y el año diez en Tarso, en la región de Cilicia, en la costa Sur del Asia menor (la actual Turquía) y murió decapitado durante las persecuciones de Nerón en el año 67, en Roma.
Pablo fue contemporáneo de Jesús de Nazaret, aunque presumiblemente no llegaron a encontrarse en vida. Tras la muerte de Jesús, hacia el año 30, comenzaron a formarse grupos de seguidores de Jesús. El entonces Saulo de Tarso fue un activo perseguidor de estas comunidades.
Escribió cartas a comunidades enteras y a personas singulares. El Nuevo Testamento nos ha transmitido 14, que tienen su origen en la predicación de Pablo: una Carta a los Romanos, dos Cartas a los Corintios, una Carta a los Gálatas, una Carta a los Efesios, una Carta a los Filipenses, una Carta a los Colosenses, dos Cartas a los Tesalonicenses, dos Cartas a Timoteo, una Carta a Tito, una Carta a Filemón y una Carta a los Hebreos. Aunque no son de fácil datación, podemos decir que la mayoría de estas cartas fueron escritas durante la década que va del año 50 al 60 d. C.