Crónica urbana
El Siglo de Torreón
CD. LERDO, DGO.- La falta de recursos económicos y de empleo, orillaron a Víctor Gallegos Ponce, a sus 74 años de edad, a dedicarse a la venta de campechanas.
Víctor, mientras tomaba un descanso en una de las bancas de la Plaza de Armas de Ciudad Jardín, relató cómo inició con esta nueva profesión, luego de haber dedicado gran parte de su vida a la obra y otros trabajos pesados.
Aquel hombre, con sus bolsas de campechanas en la mano, recuerda que fue hace más de 12 años cuando comenzó a vender en la Plaza de Armas, únicamente los sábados y domingos, ya que es originario del municipio de Parras de la Fuente, Coahuila, ?y apenas sale para vivir al día?, señala.
La única responsabilidad que tenía Víctor aquellos días, era sólo su mujer, pues de sus diez hijos, se habían marchado a Monterrey a comenzar con una nueva vida.
Pero un buen día, según relata el comerciante, su mujer le dio una sorpresa, ?estaba embarazada?, comenta Víctor mientras en su rostro dibuja una sonrisa picaresca, ?fue como empezar de cero, cuando yo me había hecho a la idea que ya había concluido mi tarea con mis hijos?.
Aquel matrimonio duró sólo un año después del parto, donde Víctor se convertiría en padre por onceava ocasión a sus 66 años de edad.
?Cuando mi pequeña tenía un año, me abandonó dejándome a mi hija?, comenta Víctor, quien asegura que desde entonces su pequeña Victoria se ha vuelto su fuerza y su inspiración para seguir luchando, ?pues ahora tengo que darle estudios y todo lo que necesite?, dice.
Es por ello que ahora y desde hace más de 12 años, se le puede ver al ?señor de las campechanas?, como le llaman quienes lo conocen, recorrer las calles de aquella Ciudad Jardín, ?este trabajo, a diferencia de muchos otros, me ha dado más alegrías que tristezas?, dice Víctor mientras sonríe y se aleja del lugar para continuar con su venta y después volver a casa al lado de su pequeña hija.
