EL UNIVERSAL-AEE
MÉXICO, DF.- El del Norte es un Patrimonio Arqueológico diferente, pero tan importante como el del resto del país. Sin embargo, de cada diez pesos que en 2005 se invirtieron en investigación arqueológica a escala nacional, sólo uno fue entregado a los proyectos que se realizan en estados como Sinaloa, Sonora, Baja California Norte y Baja California Sur, Chihuahua, Durango, Zacatecas, San Luis Potosí, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas y Aguascalientes.
Para la doctora Elisa Villalpando, arqueóloga del Centro INAH Sonora, hay una percepción equivocada de que en el Norte ?no hay nada? y por ello se ha desestimado el estudio arqueológico de los procesos culturales que ahí ocurrieron. Si bien las pinturas rupestres de la Sierra de San Francisco no son estructuras piramidales, la importancia y la monumentalidad de esas manifestaciones de pintura sobre cañadas y riscos es verdaderamente impresionante.
?El concepto de monumentalidad no es algo que se refiere solamente a las estructuras piramidales o a las plazas orientadas a puntos cardinales, son conceptos diferentes los que se aplican en el Norte de México y, eso es lo que queremos dar a conocer.?
Villalpando es una de los más de 40 investigadores que participaron en el Seminario de Arqueología del Norte de México, que se desarrolló del 14 al 16 de agosto en el Museo Nacional de Antropología, y en el que los especialistas expusieron las investigaciones desarrolladas en dicha región del país durante los últimos 30 años.
?¿Qué tan monumental es un cerro que tiene más de 900 terrazas en donde la gente vivió, en comparación con una estructura piramidal de 20 metros de alto? Es necesario adecuar los conceptos al contexto en el que se dan las diversas manifestaciones de los grupos prehispánicos que habitaron este enorme territorio. La legislación habla de un Patrimonio Monumental, y nosotros hemos logrado la protección de este Patrimonio pese a la no vigencia del concepto de monumentalidad.
?Nosotros hacemos énfasis en que es el Patrimonio de los grupos del Norte y en que una pirámide es tan importante como un círculo de piedras, la evidencia de una fogata, una pintura sobre las rocas o cuevas con evidencias de ocupación?, precisa Villalpando.
La arqueóloga señala que hace falta que los libros de texto que utilizan los escolares pongan más énfasis en la importancia arqueológica de esta región del país, pues hasta ahora sólo se habla de la grandeza de las sociedades de los mayas, los mexicas u olmecas.
?A pesar de lo que se piensa, la arqueología del Norte nos muestra una diversidad inmensa que no sólo se constriñe a los grupos de cazadores-recolectores, que es la imagen que todo el mundo tiene: los bárbaros que siempre permanecieron nómadas. En realidad la diversidad cultural en la época prehispánica fue sorprendente. Lo importante es que encontramos desde las primeras evidencias de los grupos que entraron en el Continente Americano y dieron por resultado su poblamiento, así como sociedades bastante complejas de los siglos previos a la irrupción española?.
Laura Pescador Cantón, coordinadora nacional de Arqueología del Instituto Nacional de Antropología e Historia, reconoció que la ?extrema fijación? por la arqueología mesoamericana ha dejado deudas con la investigación del Norte, y el ejemplo está en que durante 2005, uno de cada cinco proyectos de arqueología registrados se realizaron en esa área.