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Despiden familiares a laguneros ejecutados en Guerrero

LUIS ALBERTO MORALES CORTÉS Y ADRIANA GUADALUPE MIRANDA

EL SIGLO DE TORREÓN

TORREÓN, COAH.- Se les dio cristiana sepultura. El último adiós fue en el panteón municipal. Familiares de cuatro comerciantes ejecutados se despidieron de sus seres queridos. Ahora sólo resta esperar el resultado de las investigaciones de la matanza y el castigo a los culpables.

Los mariachis intervinieron con su canto y su última tonada fueron Las Golondrinas. El llanto y la tristeza reinaban en el campo santo. Una mujer que abrazaba a un familiar entre sollozos se repetía: ?¿Por qué?

José Luis Valenzuela Barrón, Jorge Salas Rodríguez, Miguel Ángel Huerta Castrellón y José Guadalupe Maldonado Salazar regresaron a su tierra luego de encontrar la muerte en Petatlán en el estado de Guerrero, el pasado 30 de abril del presente año.

?No pedimos nada, sólo queremos tranquilidad para la familia, y que todos los que le hicieron esto a mi hermano Dios los bendiga donde quiera que anden y a sus familias?, sostiene Salvador Pérez Salazar, hermano de José Guadalupe Maldonado Salazar.

Familiares y amigos de ?Lupillo? se reunieron en lo alto del Cerro de la Cruz, en la avenida Vista Alegre 208, casi esquina con la avenida Morelos donde lo velaron hasta poco después de las 11:00 horas para luego trasladarse al panteón municipal.

Jorge Salas Rodríguez fue velado en la capilla San José de los funerales del Sistema de Desarrollo Integral Familiar (DIF) de la avenida Allende y Falcón. El cortejo fúnebre salió rumbo al panteón a las 10:15 horas. La familia prefirió guardar silencio.

Sobre José Luis Valenzuela Barrón se dio a conocer que fue velado en la finca ubicada en la calle J. Rodríguez, número 302 interior ocho, de la colonia J. R. Mijares y a las 10:00 horas salió una caravana rumbo al panteón del Carmen.

Apenas 12 horas pudieron velar los deudos a sus hombres luego de su arribó al aeropuerto de Torreón la tarde y noche del jueves cuatro de mayo, luego de una serie de contratiempos que vino a agravar el calvario de las familias.

Como se informó en su oportunidad, eran seis los laguneros comerciantes de bocinas que el 28 de abril fueron detenidos por la Policía Municipal de Petatlán y consignados al Ministerio Público de la Federación, Su encierro duró 36 horas.

Al salir de prisión fueron ?levantados? cinco de ellos por un convoy fuertemente armado; lográndose evadir Enrique Rocha López de 35 años, único sobreviviente de la masacre que fue descubierta a las 6:00 horas del domingo 30 de abril en Coyuquilla Norte, poblado del municipio de Petatlán, Guerrero.

?EN ESTA VIDA TODO ES PRESTADO?

Decenas de familiares, amigos y vecinos, esperaban que el cuerpo de Salvador Medina Narváez, quien fuera ejecutado en Coyuquilla Norte, municipio de Petatlán, en el estado de Guerrero, saliera de su hogar, donde fuera velado toda la noche, para después llevarlo a San Carlos Real, municipio de Lerdo, donde recibiría cristiana sepultura, luego de varios días de haber sido acribillado.

Ana Isabel Herrera, su viuda, antes de darle su último adiós, deseaba agradecerle a la alcaldesa Rosario Castro, su intervención al agilizar los trámites del traslado del cuerpo de quien fuera su compañero por varios años y padre de sus tres pequeños.

La temperatura aumentaba poco a poco y el cuerpo de Salvador comenzaba a despedir fétidos olores. Un aparato de aire acondicionado era quien mantenía fresco el cuerpo e impedía que los olores invadieran el lugar.

Los presentes comenzaban a desesperarse y a desconfiar del compromiso que hiciera Castro Lozano, de acudir al lugar para estar un momento con los familiares del hoy occiso, puesto que pasaban los minutos y ella no llegaba al lugar.

Con más de una hora de retrazo, la edil arribó acompañada por la presidenta del Sistema Integral para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), Josefina Olmos y del secretario del Ayuntamiento, Carlos Morales Núñez.

Un gran abrazo fue la señal de agradecimiento por parte de Ana Isabel hacia Castro Lozano, quien al oído le susurró, ?en esta vida todo es prestado?. Después le presentó a sus acompañantes, quienes la estarán visitando la próxima semana para realizar un estudio para conocer las necesidades más urgentes.

?Los niños quieren seguir estudiando?, dijo Ana, a lo que Castro Lozano respondió, ?Dios nos manda desgracias pero hay que pedirle medios también para ayudarnos?.

Después caminaron hasta donde se encontraba el cuerpo de Salvador, donde rezaron un poco para luego llevarlo hasta San Carlos Real, donde será su última morada.

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