Comer bien y mantener el cuerpo hidratado de la mejor manera son claves para conservar la línea sin riesgos graves para la salud.
Frutas, vegetables, lácteos, granos y líquidos necesarios después de un ejercicio intenso.
Al realizar ejercicio intenso, el cuerpo consume energía, agua y minerales, combustibles que deben ser repuestos de manera adecuada para evitar que esta pérdida se convierta en un asunto que dañe la salud. Hay quienes no ven esto como una materia de cuidado, sino que, incluso, consideran que es bueno para eliminar kilos, pero hacerlo sin cuidado.
La experta en asuntos del bienestar orgánico Susan Kundrat, del Instituto Gatorade de Ciencias del Deporte, recomienda a los atletas incluir en su dieta alimentos saludables y tener en cuenta que "cuando busques energía para el fitness, debes tomar un poco de tiempo extra para tener disponibles opciones de alimentos saludables" y no olvidar los líquidos".
Menciona que si las personas que se ejercitan pierden demasiado líquido en el sudor sin reemplazar los líquidos y los electrólitos (como el sodio y el potasio), estarán en riesgo de llegar a estar deshidratados. "Los niños y los adultos mayores son más susceptibles a la deshidratación", explica.
La experta señala que una buena bebida deportiva, como Gatorade, ayuda a reponer el agua, pero hay que pensar también en la comida. "Prueba combinaciones de refrigerios prácticos para cargar el combustible antes o después de las sesiones de entrenamiento", dice.
El alimento
Entre lo recomendable están las galletas de grano entero con queso y pasas, avena con fresas frescas, yogurt bajo en grasas con nueces y frutas secas, pan integral con setas y espinaca fresca, ensalada de pasta con tomates frescos, zanahorias y pimientos verdes. Un sándwich pequeño de jamón y queso en pan de centeno, huevo cocido y pan tostado de grano entero y ensalada de frutas.
Las personas que se ejercitan deben proveerse de estos alimentos regularmente e ingerir panes de grano entero, cereales integrales como avena u hojuelas de trigo entero, arroz integral, pastas y galletas de grano entero, tortillas de maíz o arepas, cebada.
Y en su frutero no deben faltar: naranjas, toronjas, mandarinas, plátano, kiwi y piña, así como manzanas, duraznos, mangos y papaya; melón, piña y sandía; ciruela, ciruela pasa, albaricoque y dátiles; uvas y pasas; fresas, frambuesas y cerezas.
Del mundo vegetal es bueno comer brócoli, coliflor y colecitas de Bruselas; papas, yuca y camote, además de ejotes, guisantes, maíz y espárragos; tomate, salsa de tomate y jugo de tomate. Y para nadie es un secreto que son ricos en todos los aspectos las espinacas, col, pimientos de todos colores, cebolla y ajo.
Si de lácteos se trata no hay que dejar fuera la leche sin grasa, baja n grasa o de soya, queso sin grasa o bajo en grasa, y yogurt sin grasa o bajo en grasa. Las proteínas se deben buscar en la pechuga de pollo o pavo sin piel, lomo de cerdo, carne de res sin grasa, huevos, salmón, atún, pescados y camarones.