El Siglo de Durango
Día de plantones, bloqueos y manifestaciones vivió ayer la ciudad de Durango, sobre todo el Centro Histórico, donde se desquició más el ya de por sí pesado tráfico vehicular del primer cuadro citadino.
Las filas de vehículos parecían interminables. Los agentes de Tránsito de plano se dieron por vencidos pues a pesar de los esfuerzos aislados por desahogar más las cuadras de mayor conflicto, el problema se generalizó a causa del embotellamiento.
Y es que, de manera simultánea diversas organizaciones y grupos sociales y políticos coincidieron en la misión de desquiciar la circulación vial o plantarse en oficinas de Gobierno y plazas públicas para protestar con argumentos de fachadas distintas.
Por un lado, seguidores del Partido Duranguense encabezados por Armando Rodríguez y Martín Álvarez decidieron que su movilización se plantara en el crucero de avenida 5 de Febrero y calle Bruno Martínez.
El motivo de la reclamación pública hacia el Gobierno del Estado no era clara, pues ninguno de los participantes que fueron consultados sabía a ciencia cierta el objetivo de ir a estrangular una de las tres arterias con mayor aforo vehicular en ésta y en cualquier época del año.
Al final, decidieron retirarse de la carpeta asfáltica. Su interlocutor de la Secretaría General de Gobierno, Sergio González Santacruz, había logrado algo para ellos.
Sin embargo, apenas se retiraban del bloqueo cuando se registró un primer percance entre dos vehículos hechos bolas en el atolladero en 5 de Febrero casi esquina con Constitución.
Todos querían escapar de las filas enormes de automóviles. Y en la desesperación ocurrían los rozones, los claxonazos y el intercambio de recordatorios a las progenitoras de unos y otros automovilistas.
En otro carril de trabajo estaba Jesús Reyes Santaella, director de Gobernación de la Secretaría de Gobierno; a un grupo adicional lo atendió gente de la Secretaría de Finanzas, y así transcurrieron las horas de la mañana y del mediodía, en un ambiente de tensión vial para miles de duranguenses.
Por los pasillos de Palacio de Gobierno era visible la presencia de Mario Silva y algunos de sus seguidores del movimiento de ex braceros; líderes sociales como Leopoldo Aldama, Eduardo Ibarra y otros se paseaban de un lado a otro esperando que su movilización de gente de escasos recursos tuviera éxito.
Enfrente los veía desde la Plaza IV Centenario Mario Torres y un pequeño grupo de automovilistas que quieren ser taxistas. Algunos hasta traen engomados del oficio al que se dedican en La Laguna. Le piden concesiones al Gobierno.
Fue el primer día de la recta final rumbo a la Navidad. Y sin duda no fue un lunes como cualquier otro, porque a pesar que están cerradas las dependencias y el propio Palacio de Gobierno, los bloqueos y los plantones reactivan en estas fechas la industria de la movilización y el chantaje.
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Aguinaldos
Pese a que el Gobierno del Estado advirtió con tiempo que no cedería a presiones de grupos y organizaciones sociales o políticas en esta época del año, ayer se volvió a registrar la muestra de que estos grupos y sus liderazgos no se dejarán convencer tan fácil.
Según la información que se pudo indagar ayer entre personal de la propia administración estatal y algunos de los enviados que servían como interlocutores, el grueso de las protestas tenían el mismo fin: pedir los llamados ?aguinaldos?, pero no únicamente de dulces, sino en efectivo para los líderes.
