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MÉXICO, DF.- El comediante y productor Andrés Bustamante, mejor conocido como ?El Güiri Güiri?, señaló que los medios de comunicación, en especial la televisión, han sido parte fundamental de la historia reciente de los Informes de gobierno, pues en los últimos seis años más gente ha estado al pendiente de éstos.
En entrevista afirmó que el compromiso de los medios resulta a veces más importante que el de un político ante la población, pues ?ahora sí vemos en la pantalla chica a un funcionario público comprometerse a informar de manera clara y contundente tiene la obligación de hacerlo, porque si no acaba con su credibilidad?.
Antes de participar en la ceremonia en la que se develó una estatua de German Valdés ?Tin Tan?, el humorista destacó que evidentemente los formatos del informe presidencial han cambiado paulatinamente y más aún en este sexenio.
Reconoció que nunca ha esperado nada de los mensajes oficiales porque no le causan el más mínimo interés, ?creo que lo más importante en torno del Informe será lo que suceda desde afuera, la dificultad para entrar a la Cámara de Diputados y el ambiente político imperante?, refirió.
Bustamante, quien colaboró con TV Azteca durante la transmisión del reciente Mundial de Futbol Alemania 2006, consideró que los Informes nunca han sido demasiado críticos como para escucharlos. Subrayó que lo que menos importa en un Informe es hablar de lo logrado, sino de lo que faltó, ?no lo digo por este presidente sino por todos los que han pasado por esta tradición?, añadió.
Asimismo, dijo estar seguro de que en el futuro el Informe presidencial dejará de existir, porque ahora ya no se le aplaude al mandatario sino, por el contrario, se le grita, lo interrumpen y lo critican, ?esto provoca una situación incómoda tanto para el jefe del Ejecutivo como para los espectadores?, acotó.
Finalmente, el comediante aseveró que lo mejor sería indicar cada día lo que sucede en el país y exponer los datos de la administración pública poco antes del informe, para evitar que este compromiso se convierta en una ceremonia de gritos y ataques.