EL UNIVERSAL-AEE
México, DF.- La inversión económica y política que hizo México para reformar su sistema electoral ha probado ser "fructífera", concluyó ayer un informe del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
"Hasta ahora, parece que estas inversiones han resultado ser una inversión fructífera hacia el desarrollo de una democracia crecientemente robusta", destacó el reporte dado a conocer aquí.
Preparado también por el Centro para la Gobernabilidad en Transiciones y Post-Conflicto, el documento presentó un panorama de la estructura electoral nacional en México, en especial tras la creación del Instituto Federal Electoral (IFE) en 1990.
Indicó que la mejoría en el registro de votantes refleja los esfuerzos nacionales "para solucionar los severos y persistentes problemas de credibilidad que plagaron el sistema electoral hasta las elecciones de 1998".
"En México se han llevado a cabo enormes esfuerzos para que las normas electorales, instituciones y procedimientos, reflejen certidumbre, confiabilidad, imparcialidad y transparencia", destacó.
El reporte sostuvo que el proceso de construcción del sistema electoral que existe ahora en México es uno de los más costosos del mundo, pero también es uno de los más confiables.
Advirtió que "la tentación de comprar el costo por voto o aún más, hacer comparaciones entre países", debe dejarse de lado pues no hay parámetros internacionales en la materia.
"La ausencia de parámetros comunes o puntos de referencia a nivel internacional, hace esos análisis, riesgosos y desaconsejables, pues esas comparaciones pueden llevar a análisis o juicios inapropiados o parciales", concluyó.
El reporte presentó casos específicos de nueve países distribuidos en tres categorías de países: Democracias Estables, Democracias en Transición, en donde se incluye a México, y Ambiente de Conflicto.
Constituye una guía pormenorizada de los procesos electorales en todo el mundo y explica que medidas deben adoptarse, desde el empadronamiento de votantes hasta la seguridad de las urnas, y a que precio.
Según los autores, en los Estados con una trayectoria de democracias multipartidistas, las elecciones resultan sistemáticamente más económicas que en países en que las elecciones son una experiencia nueva.
