EFE
WASHINGTON, EU.- La Reunión de Alto Nivel sobre el Sida (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida) finalizó ayer en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) con un acuerdo ambicioso: elevar en cuatro años a 20 mil millones de dólares (mmdd) el esfuerzo financiero en la lucha contra la pandemia.
Así consta en el borrador final de la declaración que los 191 miembros de la ONU adoptaron al final de la jornada y en el que, al igual que ocurrió en la cumbre de 2001, se fijaron los objetivos de la lucha contra la enfermedad para los próximos cinco años.
Las discusiones durante los tres días de reunión han sido muy complicadas por las enormes diferencias culturales e ideológicas que enfrentan no sólo a ricos y pobres, sino a las naciones más progresistas y las más conservadoras.
Esta última ala, representada por EU y las naciones islámicas, entre otros, han puesto numerosos obstáculos para que la declaración final de la cumbre incluya, por ejemplo, una mención a los homosexuales, a las sexoservidoras o a los drogadictos, así como a la necesidad de promover el uso del preservativo.
Estados Unidos (EU), esta vez apoyado por Japón y Australia, también se negó a que la declaración incluyera un compromiso financiero concreto, en tanto que otros países ricos no querían incorporar una mención a la necesidad de flexibilizar los derechos de patentes para que los más pobres tengan acceso a medicamentos baratos.
Pero estos países han contado con un elemento con que no contaban: la dura presión ejercida por las Organizaciones No Gubernamentales (ONG), que por primera vez han tenido voz en las discusiones y negociaciones.
Organizados de una manera perfecta, los representantes de casi un millar de ONG han logrado que la declaración final incluya alguna de sus aspiraciones, aunque están decepcionados por la falta de objetivos cuantificables.
Así, según el borrador final de la declaración que está previsto se firme al final del día, los países se comprometen a triplicar la cantidad que aportan a la lucha contra el Sida.
