Los pobladores consideran que la obra causó el desbordamiento de un arroyo.
El Siglo de Durango
GUANACEVÍ, DGO.- Impulsados más por la desesperación y coraje que por cuestiones técnicas, los habitantes afectados por la inundación obligaron al municipio a destruir el bulevar Guanaceví por considerarlo como la causa del desbordamiento del arroyo.
Después de la tromba llegó la calma a Guanaceví. Las familias regresaron a sus viviendas, algunas a sacar de entre los escombros parte de sus bienes, mientras la maquinaria del municipio se encargaba de limpiar las calles cubiertas de lodazal y ramas.
También ayudan a las familias a limpiar sus fincas o lo que quedó de ellas. A la fecha no se cuantifican los daños materiales; el apoyo del DIF Estatal llegó ayer en despensas para los damnificados, cuando menos 15 familias, dijo Alfredo Ramírez Estrada, secretario del Ayuntamiento.
El lunes los habitantes de la cabecera municipal de Guanaceví se reunieron con el alcalde Rogelio Ayala Arzola, a fin de tomar acuerdos, concluyendo con la destrucción del bulevar, aun cuando las autoridades les hicieron saber que ésa no era la solución para impedir inundaciones.
La voz del pueblo se impuso, las razones de nada sirvieron, el Municipio se vio obligado a levantar el pavimento hidráulico del bulevar ?construido hace tres años en la administración de Roberto Gaytán Quiñones-, quedando el bordo como antaño.
Ramírez Estrada comentó que el problema surge hace 15 años cuando a la compañía Comisión de Fomento Minero (paraestatal) se le ocurrió desviar el arroyo para instalar sus jales, olvidando dar la profundidad necesaria.
Con el tiempo se azolvó el arroyo en la parte sur del poblado, facilitando a las corrientes de agua volver a su cauce normal, pero la gente cree que desde la construcción del bulevar sufren por las inundaciones, no quisieron esperar un dictamen técnico ni saber nada, la decisión fue destruir el bulevar, cuya inversión quedó en escombro.
El municipio también realizará trabajos de desazolve en el arroyo Guanaceví a fin de evitar en lo posible más inundaciones, pues darle el cauce normal como lo tenía originalmente resulta muy costoso, para eso se requiere de mucho apoyo económico.
El lunes también hicieron acto de presencia los directivos de la Oficina Regional de Servicios Educativos para supervisar los daños en el albergue; asimismo, de la Comisión Nacional del Agua y Protección Civil, cuyo personal levantó un reporte para informar de las afectaciones al gobernador, Ismael Hernández Deras.
Sobre los daños no se mencionó más que los reportados un día antes a este medio de comunicación regional; los cultivos no sufrieron males que lamentar. Ahora la preocupación del jefe de la comuna, Ayala Arzola, es buscar la manera de apoyar a quienes perdieron sus viviendas y demás bienes.
Reporta SCT daños en todas las carreteras
José Antonio Ramírez, director del centro SCT en BCS, precisó que el cien por ciento de las carreteras y caminos rurales de Baja California están dañados.
?No es el 60 ni el 70 por ciento de las carreteras dañadas, es el cien por ciento?, afirmó Ramírez.
El tramo carretero más afectado está entre Insurgentes y Loreto y una cuadrilla de 50 trabajadores con 15 camiones de volteo y tres retroexcavadoras están trabajando las 24 horas para avanzar y restablecer la comunicación con Mulegé, Loreto y Comondú.
Elpidio Mejía, comandante de la PFP, informó que en conjunto con la SCT se montó un operativo en Comondú para impedir el paso vehicular en las próximas 48 horas por seguridad de los automovilistas.
El paso por el kilómetro 232+15 de la carretera Transpenínsular, donde permanecieron varados por cuatro días, alrededor de 200 vehículos particulares ayer fue reabierto.