Dejar pasar las cosas es un mal consejo en cuestiones de salud, los males suelen agravarse y hacer la vida muy dolorosa.
EL UNIVERSAL
La inflamación, enrojecimiento, endurecimiento, dolor y rigidez matutina de las articulaciones, principalmente en las manos, son los primeros indicios de artritis reumatoide
El pie reumático es un padecimiento que puede ser vencido, incluso prevenido, pero para eso hay que detectar con oportunidad otro padecimiento: la artritis reumatoide. La solución la brida un especialista médico con el apoyo de fisioterapia y dispositivos específicos.
Y es que la tarea no es fácil, ya que es necesario para mantener el pie y sus dedos en posición adecuada, con el empleo de plantillas, separadores interdigitales o férulas nocturnas. Se debe dar un ataque coordinado, con un tratamiento farmacológico indicado por el especialista, a base de antiinflamatorios y analgésicos.
Se trata de una enfermedad que da las primeras señales con dolor e inflamación en el antepié, y la posterior destrucción de la estructura ósea, lo que tiene como consecuencia una deformidad que ocasiona discapacidad crónica.
El pie reumático es una enfermedad secundaria de la artritis reumatoide, la cual es incurable pero se puede controlar, comenta Lino Torres Vallecilla, médico del Servicio Pélvico del Hospital de Traumatología y Ortopedia Lomas Verdes del Instituto Mexicano del Seguro Social.
Sus víctimas son gente de entre 30 y 50 años de edad, y su origen es una respuesta inflamatoria de las estructuras de la membrana interna de las articulaciones del pie.
Alerta roja
La inflamación, enrojecimiento, endurecimiento, dolor y rigidez matutina de las articulaciones, principalmente en las manos, son los primeros indicios de artritis reumatoide, ante las cuales la persona afectada debe acudir de inmediato al médico reumatólogo, con lo cual puede evitar el pie reumático.
El doctor Vallecilla dice que existen nuevas técnicas para diagnosticar el mal, la ecografía y la resonancia magnética nuclear, que permiten mayor exactitud en los estudios de la funcionalidad estática y dinámica del pie.
Se da una etapa previa, la del antepié reumático, que afecta a uno de cada diez pacientes que acuden a consulta en este servicio, se ha tratado tradicionalmente con procesos reconstructivos complejos de alta especialidad para realinear la parte deforme, además de aliviar el dolor con la resección de las partes dañadas (hueso, cartílago y sinovial), sostiene.
"El tratamiento ha evolucionado y actualmente se sustituye la articulación dañada, generalmente la del primer dedo, con prótesis metálicas en los pacientes de edad avanzada para que conserven la movilidad", asegura.
Las nuevas prótesis, apunta Torres Vallecilla, han sido diseñadas con mejores y más eficaces materiales, con técnicas de cirugía correctora más complejas, hacen cada vez más necesaria una estrecha colaboración entre reumatólogo y traumatólogo, los dos especialistas en el aparato locomotor.
Principio del problema
En la mayoría de los casos, la artritis es resultado de alguna enfermedad reumática que produce dolor en las articulaciones y su alrededor, disminución de la movilidad y una gran variedad de problemas adicionales, recuerda.
El diagnóstico puede ser difícil aún para el especialista, por lo que es necesario hacer un buen interrogatorio médico y una mejor exploración articular junto con algunos exámenes de laboratorio y radiografías. En ocasiones es necesario esperar algunas semanas o meses para establecer una opinión definitiva.
En esa etapa son imprescindibles la paciencia y la colaboración del paciente y de sus familiares, deja en claro.