AGENCIAS
PARÍS, FRANCIA.- Una nueva jornada de marchas multitudinarias de estudiantes se vivió ayer en Francia y sacaron a la calle a 450 mil personas en toda Francia -de ellas 50 mil en París- según los organizadores, aunque el Ministerio de Interior calculó las cifras a 220 mil y 23 mil, respectivamente.
Esas marchas se vieron salpicadas en muchos casos con incidentes y altercados, los más graves y violentos en París.
Un total de 420 personas fueron detenidas y 18 policías sufrieron heridas durante las protestas. La mayoría de ellos, alrededor de 140, fueron arrestados al término de la manifestación celebrada en París, que se convirtió en una batalla campal en la Explanada de los Inválidos.
A las 17:00 horas locales (16:00 Tiempo del Meridiano de Greenwich GMT, por sus siglas en inglés), cuando la protesta concluía, centenares de jóvenes encapuchados lanzaron piedras, botellas y todo tipo de objetos a los centenares de agentes antidisturbios que vigilaban la plaza.
La “batalla campal” en la explanada duró unas dos horas durante las cuales jóvenes radicales atacaron en diversas oleadas a los agentes del Cuerpo Republicano de Seguridad (CRS) que se defendieron con gases lacrimógenos y realizaron varias detenciones.
Los jóvenes radicales, que la Policía sospecha proceden de los suburbios de París, quemaron al menos tres automóviles, destrozaron otros dos y una motocicleta en una calle que da a la explanada. Bandas de alborotadores se enfrentaron entre ellas, robaron decenas de teléfonos celulares, cámaras de fotógrafos profesionales, destrozaron escaparates de tiendas y atacaron a algunos de los estudiantes que se manifestaban de manera pacífica.
Según el Ministerio de Educación, 67 de las 84 universidades francesas estaban bloqueadas o se habían visto afectadas, mientras que eran 313 los institutos con conflictos. En vista de estas incidencias, el ministro Gilles de Robien contempló ayer la posibilidad de aplazar los exámenes en las universidades.
Se trata de una “crisis extremadamente grave”, subrayaron ayer en un comunicado los rectores de las universidades francesas, que pidieron además una entrevista con el presidente Jacques Chirac.
