EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- La soledad la embriaga al saberse lejos de su ?tesoro?, es duro no saber cuándo ríen o lloran, perderse de cosas bellas todos los días; así afronta la vida Teresa Magally, joven de 28 años, madre de cinco hijos que por el momento están distantes.
Teresa piensa que cometió un gran pecado y evoca a Dios para poder entender el gran castigo que recibe: no estar con sus hijos quienes conforman su ?tesoro?. Teresa Magally Ornelas González es interna del Centro de Readaptación Social (Cereso) por un delito del fuero federal.
Sus pequeños tienen 12, 11, ocho, siete y dos años, el mayor y el menor son hombres y una fotografía de todos juntos la alienta en momentos difíciles y la invita a soñar.
Teresa es una de las 74 mujeres que se encuentran en el área femenil del penal, donde la gran mayoría están por delitos contra la salud en su modalidad de transportación. Mujeres que fueron utilizadas o que por necesidad decidieron arriesgarse a jugar con fuego y perdieron.
Junto con sus compañeras de estancia, Teresa celebró el Día Internacional de la Mujer. El estudio, el deporte y el trabajo se fomentan entre las internas como parte de su proceso de readaptación y reintegración a la sociedad. Una docena de ellas fue reconocida.
Con sus mejores ropas y bien arregladas, las residentes del área femenil se reunieron en el patio bajo lonas rojas que trataban de protegerlas de los rayos del sol, que a las 13:30 horas merodeaban a los 30 grados centígrados.
Adornos con globos de diferentes colores resaltaban el lugar, una exposición de manualidades estaba visible, y la rondalla del penal amenizó con melodías en honor a las festejadas, las mujeres que después degustaron una sabrosa comida.
La titular del departamento de psicología, Katy Sirenia Molina Mazuka, informó que las mujeres del penal cuentan con grandes apoyos de diferentes instituciones oficiales y no gubernamentales, que buscan la forma de hacer su internamiento lo menos pesado posible.
Son las primodelincuentes, mujeres que por primera vez ponen un pie en el Cereso, las que requieren de mayor atención, ya que la experiencia indica que enfrentar una situación de encierro es traumática y genera aislamiento en la persona.
?Para ellas es muy difícil la separación de sus hijos, más si están chiquitos, ellas requieren de mucha ayuda?, explicó la psicóloga y agregó que la situación se agrava cuando la mujer es foránea, sufre el abandono de su pareja o no cuenta con el apoyo para ver a sus hijos.
?Sueño que los puedo besar, abrazar, quiero verlos crecer, desvelarme cuando están enfermos?, expresa Teresa y reflexiona sobre si la acción que la envió a prisión valió la pena, para luego invitar a las mujeres a valorar a sus hijos en plena libertad.
Apoyo
?Para ellas (las internas) es muy difícil la separación de sus hijos, más si están chiquitos, ellas requieren de mucha ayuda?.
Katy Sirenia Molina Mazuka,
Psicóloga del Cereso de Torreón
