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Diálogo| Cero marginación

Yamil Darwich

El pasado 17 de octubre, el gobernador Humberto Moreira convocó a los sectores representativos del Estado de Coahuila a tres reuniones, donde presentó su plan de ataque a la marginación y a la pobreza.

El programa ?En equipo: cero marginación? tiene como objetivos: abatir la marginación en los seis municipios más ofendidos del estado; combatir las limitaciones en educación y vivienda y lograr la certificación internacional en el abatimiento de esos índices de pobreza.

El gobernador Moreira, optimista, afirmó su seguridad para acabar con la marginación, comentario que, entre los conocedores del tema, supo a populismo.

Paulette Dieterlen, catedrática, socióloga e investigadora mexicana, dice: ?si bien me parece que ser pobre significa no tener determinados recursos económicos, muchas veces también significa carecer de lo que varios autores han denominado la autoestima o el respeto propio?. Sin dudarlo, la pobreza es un concepto más amplio que simple carencias materiales y representa la necesidad de un esfuerzo mayor a ?pasar la charola?, especialmente atendiendo los derechos humanos en educación, salud y trabajo digno.

La pobreza es una condición que impide satisfacer las necesidades de las personas y participen plenamente de derechos y obligaciones en la sociedad. También las lesiona, por las carencias materiales que implica y porque limita las posibilidades de desarrollo de sus capacidades humanas; el Estado de Coahuila, ha sido reprobado en los índices nacionales de educación básica; en la media superior y superior tampoco andamos bien y la calidad de atención a la salud es altamente cuestionada, por las evidentes carencias en servicios especializados y capacidades técnicas hospitalarias.

En esos rubros debemos trabajar intensamente, con eficiencia y eficacia, apoyándonos en programas estrictos, incluyendo mediciones de resultados en términos cuantificables, plenamente medibles, no sólo con apreciaciones subjetivas.

Con dotes de buen orador, el profesor Moreira intentó motivar a los asistentes, haciéndoles notar las economías a iniciar en las propias dependencias oficiales, de donde obtendrá parte de los recursos para el programa; sin embargo, el comentario no cayó bien entre muchos de los asistentes, quienes han dedicado buena parte de su vida a las actividades filantrópicas y de apoyo social, al olvidar un principio fundamental que dice: ?la caridad no puede ser obligatoria?.

Dar no es solución definitiva; es necesario capacitar para que puedan integrarse a la sociedad con dignidad y compromiso; de la misma doctora Dieterlen: ?un estado que hace por sus ciudadanos lo que ellos pueden hacer por sí mismos es un estado perverso?, de ahí se desprende la conclusión: ?la educación y los medios para obtener el empleo digno son una responsabilidad preferente del Gobierno?, cuando los atienda, consecuentemente obtendrá dividendos medibles en descenso de marginación y pobreza.

El secretario general de la OCDE, José Ángel Gurría dice: ?El crecimiento no es suficiente para la reducción de la pobreza (...) hay que invertir en el terreno social, (...) la mejora de la sanidad, la educación y la justicia social es importante para el crecimiento y por eso hay que tener políticas deliberadas para la igualdad?.

Hablar de derechos incluye responsabilidades y una perfecta es no ejercer coerción contra nadie y aunque se sobreentiende que ése no era el propósito de la reunión, sí quedó desagradable sensación negativa flotando en el ambiente.

El reto de la marginación y la pobreza mundial es grande, el ?Informe Sobre Desarrollo Humano 2005?, de la ONU, afirma que en el mundo, para el año 2015, aproximadamente 800 millones de personas vivirán con menos de un dólar al día y otras 1,700 con menos de dos. Tan sólo en África Subsahariana, los pobres se incrementarán del 24 al 41por ciento, tendremos 670 millones de seres humanos afectados por la malnutrición y 47 millones de niños no asistirán a la escuela. El Gobierno de Coahuila estima que con alrededor de 200 millones de pesos logrará abatir los rezagos sociales, visión corta, considerando lo parcial del programa anunciado.

La pobreza requiere más que un simple problema económico y abarca deficiencias profundas, incluida la incapacidad de atender necesidades de un buen sector de la población. La marginación social no terminará con esfuerzos maratónicos de meses para ?dar?; exige un análisis profundo, contemplando todos los renglones referentes a la calidad de vida humana.

Mención especial merece el ?fin de fiesta? ofrecido por dos jilguerillos cubanos, que abusando de la libertad y tiempo de los asistentes, ofrecieron un espectáculo caribeño de remates con loas alusivas al caudillo, del mejor estilo ?fidelista? ?¡lo que hay que hacer para no regresar a la zafra!?, que sonaron anacrónicas, ridículas y fueron hasta ofensivas a la inteligencia de los asistentes.

Mejor pensar en términos de eficiencia y eficacia; lograr trabajo digno para los pobres, escuelas para sus hijos y salud para las familias, comprometiéndonos a hacer cada quien lo que nos corresponde. ¿No le parece?

ydarwich@ual.mx

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