Faltan unos cuantos días para reiniciar el conteo de las semanas y los meses del año dos mil siete; serán tiempos de renovar propósitos y compromisos individuales, tratos familiares y esperanzas de cambio positivo en México y la Región.
Sin duda, volverán a aparecer las cábalas y supersticiones; habrá quienes tengan a la mano su horóscopo y se guiarán con él buscando las mejores decisiones; otros tratarán de no olvidar masticar y tragar de golpe las doce uvas del primer minuto del año, representativas de los doce meses de la ansiada buena suerte; algunos, insistirán en usar prendas interiores de color rojo o amarillo, para esperar el primer minuto del uno de enero, según sus propios paradigmas. Sin embargo, los más ecuánimes aspirarán a cosas concretas, tales como: que la situación económica, política y de seguridad social de México mejore.
Todos estamos confiados en que el presidente Felipe Calderón Hinojosa, romperá, al menos, algunos vicios. La pregunta que muchos nos hacemos es: ¿qué será lo mejor para desearle a México y a nosotros mismos para 2007?
El doctor Bernard Hugonnier, alto funcionario de la OCDE, nos dio cuatro ?consejos? para la posible recuperación de nuestro país: cumplir las leyes, combatiendo a la impunidad y la corrupción; reformas en aquéllas relacionadas con la productividad y competitividad nacional ?administración de los energéticos, de comercio al interior e internacional y hacendarias?; reforma al sistema sindical de los trabajadores mexicanos, particularmente en el educativo; mayores recursos para la educación y mayor cuidado en la seguridad y salud nacionales.
El recién estrenado presidente, pidió a la Cámara de Diputados un presupuesto total de dos billones 234 mil 372 millones de pesos para 2007, destacando los recursos para combatir la pobreza, mejorar la educación, salud y seguridad. Esto nos hace sentir confianza, porque al menos estamos siendo coincidentes en el camino que dictan otros expertos extranjeros. Con ese dinero, además de la asesoría de Agustín Carstens, de quien sólo se escuchan cosas positivas, piensa que alcanzaremos un crecimiento de al menos 3.6 por ciento en el PIB nacional. Ojalá no esté errado.
La actitud tomada ante la crisis de autoridad, específicamente con la APPO de Oaxaca, igualmente nos hace pensar que regresaremos al rumbo, aplicando la Ley por encima de las negociaciones políticas, así podremos tener, al mediano plazo, mayores condiciones de seguridad social. Deseo firmemente sean correctas las evaluaciones previas y no caigamos en otro desconsuelo, similar al del sexenio pasado.
En el plano regional: que las autoridades de los distintos municipios, de ambos estados, encuentren maneras de relacionarse profesionalmente y logren hacer cumplir la Ley; acuerden un solo criterio en autoridad, permisividad social y comercial; y que sepan comunicarse para alcanzar éxitos de trabajo en equipo.
Deseo que cada municipio ponga atención, esfuerzo real, honesto y decidido, para terminar con el desorden en temas como seguridad, vialidad, transporte público, comercio ambulante, manejo de problemas sociales ?prostitución y drogadicción entre otros?; en general, den mayor calidad de vida a todos los laguneros, que bien merecido nos lo tenemos.
En el plano familiar: poder acompañar en su desarrollo armónico, a los infantes, adolescentes y adultos jóvenes; comprender que no solamente se trata de tiempo y calidad del mismo, requerimos de ambas condiciones para acercarnos y escuchar necesidades; desde luego saber acudir a quien más sabe y nos aconseje, proponiéndonos no recurrir a niñeras como la televisión, Internet o juegos electrónicos; en el plano educativo, ojalá sepamos elegir lo conveniente, por encima de lo más fácil, venciendo la sensualidad de los seductores con publicidad fraudulenta.
También deseo para todos nosotros la armonía en el hogar; sea éste mono o biparental y que podamos rescatar parte de nuestros valores familiares regionales, tales como convivir durante más tiempo en casa, compartiendo entre todos, intercambiando opiniones y vivencias y haciéndonos sentir la cercanía entre los parientes. Ésa es la manera de combatir, realmente, a la soledad.
Que los jóvenes sepan elegir lo mejor; aquello útil para acceder al mundo de la competitividad internacional, aunque de inicio deban renunciar a parte del placer ofertado por la manipulación utilizada por algunos para vender productos distintos, incluidos los de la educación parcial.
Ojalá que todos nos esforcemos y sepamos resistirnos a la vida alejada de los valores trascendentes como verdad, belleza o bondad; los sociales: cívicos, de solidaridad y subsidiaridad; y humanos, entre ellos el orden, la honestidad, disciplina y la perseverancia personal. Espero aprendamos a servirnos de la tolerancia y el respeto a nosotros mismos y a las demás personas.
Espero viva un año con mucho trabajo ?hoy más que nunca es un muy buen deseo? excelente salud y marcada paz espiritual. Ojalá usted me acepte la invitación para continuar ?dialogando? juntos durante todo el año 2007.
ydarwich@ual.mx