CUENCAMÉ, DGO.- Fieles católicos de la cabecera municipal, rechazan que el sacerdote Enrique Vargas Duarte, haya incurrido en abusos deshonestos en agravio de un menor de edad y refieren que fue víctima de una trampa por parte de los elementos de la Policía Federal Preventiva.
La congregación de Cuencamé, se encuentra consternada y no da crédito a la detención del párroco de la iglesia de San Antonio de Padua, a quien pretenden apoyar y pedir su reubicación, pues presumen su inocencia.
Margarita Vargas, secretaria de la Parroquia de Cuencamé, comentó que por el momento los grupos de Consejo, Acción Católica, juveniles, catequistas y Apostolado de Oración por lo pronto se encuentran rezando por el sacerdote, pero pretenden hacer otras acciones que lleguen a la opinión pública.
Y es que menciona que el sentir de la comunidad católica de Cuencamé es que se está cometiendo una injusticia con Vargas Duarte e incluso la PFP mal informó y provocó la declaración del presunto abusador.
?La familia y el mismo niño desmienten lo que se ha publicado en los medios de comunicación y dicen que el sacerdote sólo se hacia acompañar del menor que lo apoyaba como monaguillo cuando salía a las misiones de las localidades? comentó Margarita Vargas.
Indicó después que ocurrieron los hechos la noche del pasado miércoles, después las 21:30 horas, en llamó su atención la tardanza de Enrique Vargas, por lo que decidió llamarlo a su celular, pues había gente esperándolo en la parroquia.
Fueron tres veces las que llamó, la primera desconoció la voz del agente que le contestó y colgó pensando que se había equivocado de número, luego volvió a marcar y según comenta, de forma grosera le contestaron con palabras altisonantes que eran agentes de la PFP y llevaban al párroco a La Laguna para apresarlo por los abusos en que lo agarraron en flagrancia.
Dijo que colgó y volvió a llamar por tercera ocasión al número celular del sacerdote y le contestó la misma persona a quien pidió se identificara recibiendo una respuesta negativa, entonces el oficial con el que habló le dijo, ?este señor está loco yo me voy a encargar de hundirlo?.
Esta situación preocupó a la entrevistada, por lo que dio parte a los familiares del sacerdote que está por cumplir un año, este 13 de diciembre al frente de la parroquia de San Antonio de Padua.
Agregó que durante el poco tiempo que lleva Vargas Duarte en Cuencamé ha ejecutado una labor pastoral ejemplar, promoviendo el matrimonio como un legado cristiano e incluso organizó bautismos y confirmación masiva para el presente mes.
Entre otras cosas ha promovido la unidad en la comunidad de Cuencamé y la creación de grupos juveniles y e oración.
Por eso la congregación ha decidido solidarizarse con él y en breve emitirán un comunicado dando la verdadera versión de los hechos que a decir de Margarita Vargas, se suscitaron cuando el padre cargó gasolina cuando iba del poblado El Pasaje a la cabecera de Cuencamé.
Al respecto entre los fieles circula la versión de que ya lo estaban esperando los policías que tenían como objetivo perjudicarlo, incluso lo golpearon y amenazaron para hacerlo declarar y firmar su culpabilidad.