EL SIGLO DE TORREÓN
GÓMEZ PALACIO, DGO.- Por el delito de abuso de autoridad, el ex agente investigador del Ministerio Público (MP), Alberto Castañeda Vázquez, recibió auto de formal prisión, aunque se encuentra amparado.
El juez segundo del Ramo Penal, Gerardo Ramírez Juárez, informa que al ex agente del MP en Mapimí, Durango, se le giró la orden de aprehensión y se presentó a declarar amparado, pero el juicio continúa y ya se le dictó la formal prisión.
De acuerdo a los antecedentes, el dos de mayo de 2002 se registró un accidente en la carretera Bermejillo-Mapimí, donde el taxi manejado por Bernardo Cobos Espinoza, se volcó y murió una persona.
El caso fue atendido por el ex agente del MP, quien dejó en libertad al taxista antes del término establecido, de tal forma que cuando el dueño del taxi acudió con el representante social para interponer denuncia por daños al vehículo, ya no pudo hacer nada.
Armando Muñiz Reskala, propietario del vehículo, manifiesta que ante la impunidad encontrada en las anteriores autoridades de la Subprocuraduría de Justicia de la Región Laguna Durango, dado que no le dieron curso a la denuncia interpuesta contra Castañeda Vázquez, se vieron en la necesidad de acudir a la Capital del estado.
Luego de integrar la Averiguación Previa en Durango, se consignó el caso ante el juez primero del Ramo Penal, Luis Enrique Montoya, quien se excusó para no recibirla y se reasignó el caso al juez segundo, quien luego de revisar el expediente, determinó girar la orden de aprehensión y posterior formal prisión contra el inculpado.
Habrá que esperar que el Juzgado de Distrito que concedió la suspensión provisional, determine si concede o no el amparo definitivo, una vez que valore todas las pruebas, explica el juez penal.
Alcanza libertad bajo fianza
De acuerdo a lo manifestado por el juez segundo del Ramo Penal, el ex agente investigador del Ministerio Público, alcanza el beneficio de la libertad bajo fianza.
El delito por el que se acusa al ex representante social no es considerado como grave por la Ley, añade, de tal manera que se le podría fijar una fianza en caso de que no se le conceda el amparo definitivo.
Los quejosos reclaman la reparación del daño, toda vez que el vehículo manejado por el taxista quedó destrozado y no hubo forma de obligarlo a pagar, ya que el agente del Ministerio Público lo dejó en libertad.