Pasadas las elecciones mucha gente tuvo malestares físicos debido a la incertidumbre, aseguran especialistas. Angustia, estrés, alteraciones sicológicas y siquiátricas, algunos de los males.
EL UNIVERSAL-AEE
MÉXICO, DF.- Insomnio, agotamiento, incertidumbre, dolencias físicas y estados de ánimo diversos aparecieron o se incrementaron en muchos mexicanos como fruto del hervor electoral que permanece después del dos de julio en los medios de comunicación y en otros sitios como la casa, el trabajo, los cafés y hasta en la cola de las tortillas.
Jorge Hernández Ortiz, director médico general del Hospital Médica Sur en la Ciudad de México, dijo que pasadas las elecciones se dieron manifestaciones de angustia, estrés, alteraciones sicológicas o siquiátricas, en momentos en los que se suponía los mexicanos saldrían a las calles a festejar el resultado de la contienda electoral.
No fue así y fue peor para quienes sufren de padecimientos como úlcera o hipertensión, que en esos momentos agudizaron sus malestares, de acuerdo con el médico.
Otros especialistas como la sicóloga y terapeuta de grupos Estela Troya, trataron de ayudar a pacientes que presentaron síntomas físicos o emocionales relacionados con el insomnio, dolor de estómago y ansiedad.
Troya cuenta que escuchaba, en sus terapias individuales o de grupo las preocupaciones que cada uno manifestaba en torno al tema de las elecciones. ?Fue sorprendente, era la primera vez que espontáneamente grupos terapéuticos o parejas sacaban el tema político?.
?Nos vamos a pelear?
Los pacientes comenzaron a manifestar malestares físicos justo después del dos de julio debido a la incertidumbre y confusión que generó una contienda tan cerrada entre Felipe Calderón y Andrés Manuel López Obrador. La especialista relata que incluso llegó a percibir reacciones de miedo e irracionalidad en ella misma.
Por lo que toca a los pacientes que estaban seguros del triunfo de López Obrador, éstos presentaron sentimientos de confusión e impotencia.
Por su parte, los que estaban tranquilizados por el resultado del conteo rápido que hizo el IFE le decían tajantes: ?No quiero hablar más del asunto porque nos vamos a pelear?. O le advertían: ?No echemos a perder nuestro vínculo terapéutico por hablar de política?.
Hubo un momento, cuenta la especialista, en que las declaraciones de ciertos pacientes dejaron de ser enojantes para producirle ternura: ?Bueno, no es que a mí me encante Calderón, pero quién puede querer un presidente que ande en Tsuru?, cuenta la especialista que le dijo un paciente.
Fuera de su consultorio, Troya escuchó además a sus estudiantes en una de las aulas del Instituto Latinoamericano de Estudios de la Familia (ILEF). Algunos, relató, ?han estado muy furiosos e insultantes?; sin embargo, siempre aparece un sensato que calma los ánimos.
Ahora cree que los sentimientos de dolor, impotencia o furia se han transformado y que en medio del debate post electoral se han calmado los ánimos en sus pacientes, pues nota que los malestares físicos causados por la angustia mental han disminuido. ?Hay más información?, concluye.
Secuelas de la elección
Sergio Torrontegui, coordinador de seguridad de sistemas de una empresa telefónica, confesó que siente cansancio sicológico porque el tema electoral no se acabó el tres de julio, sino que siguió un clima incierto.
Torrontegui detalló que antes de las elecciones experimentó incertidumbre y miedo, por no saber qué rumbo iba a tomar el país. Posterior a eso, y con el resultado de la elección, experimentó indiferencia. Ahora siente que no va a pasar nada, pero en un sentido negativo. ?No es una sensación de alegría. Ganó Calderón, por lo tanto no se va caer el mundo como te lo planteaban, pero parece que las cosas van a seguir igual?.
Sobre los efectos de los días que corren, Torrontegui cuenta que no hay malestar físico, sino cansancio mental. ?Por ejemplo, me producen flojera las impugnaciones y también me quedó la duda, la incertidumbre de una institución (IFE) en la que todos confiábamos y que ahora no sabemos si podemos creer en ella?, dice.
Ahora, añade, queda ?este sentimiento de desconfianza, ya no confías en nadie, ya no sabes quién te dice la verdad. Ya no sabes si hubo ?mano negra? del PAN, ya no sabes si es marrullería del PRD?.
La curación
Desde su casa en la Ciudad de México, Bertha Eugenia Berruecos, autora de libros para niños y simpatizante de López Obrador, contó su experiencia: ?Llegaron unos días en que me sentía deprimida y caí en el abatimiento. Se apoderó de mí una gran impotencia y frustración, porque era obvio que Andrés Manuel fuera el ganador?.
Su frustración con el tiempo se transformó en una actitud de lucha, algo le dijo que tenía que superar esa parálisis, por lo que dejó de quedarse con los brazos cruzados y empezó a actuar. Inició un álbum de caricaturas y artículos, que lo quiere dejar como testimonio para que el día de mañana lo vean sus nietos.
Aprendió que el desacuerdo es natural. ?Mi aspirina política me la echo con gente que piensa como yo, o que tiene la misma línea. He aprendido que no puedo convencer a nadie de la forma en que pienso?, dice.
Cuenta que en una ocasión un amigo le dijo que no imaginaba que los miembros de su familia fueran perredistas, y que ella contestó: ?Ideológicamente hay de chile, dulce y manteca, en una familia de nueve?.
En busca de soluciones
El terapeuta de grupo Jorge Margolis comenta que sería insuficiente ver los síntomas de las personas, para tratar de comprender lo que sucedió, por lo que es importante entender que las reacciones sicológicas y físicas se dieron por la incertidumbre.
Ahora, advierte Margolis, hay miedo que produce muchos efectos sobre la gente. El primero, el miedo que la gente tiene de la gente. ?Antes, cuando nosotros íbamos a la calle, veíamos a la gente con todo respeto a las diferencias. Ahora, estamos viendo contrincantes y hasta enemigos?.
El enojo y el odio están presentes también. ?Cuando no se van al cuerpo estas emociones y estos sentimientos, estas diferencias, se van a las relaciones interpersonales y dentro de las familias y dentro del trabajo, en lugar de verlas como diferencias generan enojo y miedo?, dice.
Ante una situación de incertidumbre, Margolis dice que el remedio es más información, no menos. ?Cualquier cosa que tenga que ver con aumentar el conocimiento y la conciencia en relación con lo que sucede en México, ayuda?.