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Disminuyen ingresos de criminales por secuestro

Asegura la PGR que las bandas de secuestradores dejaron de ganar más de siete mil millones de pesos en los últimos seis años.

EL UNIVERSAL

MÉXICO, DF.- En México las bandas de secuestradores dejaron de ganar más siete mil 705 millones de pesos en los últimos seis años, al lograr apenas el cinco por ciento de sus demandas de rescate, de acuerdo con un informe de la Procuraduría General de la República (PGR).

En los casos de secuestro que intervino la dependencia, en ese lapso, los secuestradores exigieron monto de más de ocho mil 172 millones y en aquellos casos en que la familia del plagiado tuvo que pagar para garantizar la seguridad de los secuestrados, el total acumulado fue de alrededor de 467 millones 227 mil pesos.

De acuerdo con el documento de la PGR, a nivel internacional se considera exitosa la solución a un caso de secuestro cuando los familiares pagan entre 15 y 25 por ciento del monto exigido por los secuestradores. En México es de 5.1 por ciento en los últimos seis años en promedio.

Adicionalmente, un total de 829 secuestradores fueron detenidos en los últimos seis años por la Procuraduría General de la República, dependencia que además en ese mismo lapso logró el desmantelamiento de más de 94 organizaciones dedicadas al plagio, de acuerdo con el informe oficial.

El texto de la PGR revela que además en ese periodo las acciones antisecuestros permitieron la liberación de 790 personas que fueron privadas de su libertad.

La dependencia indicó que las principales entidades donde se desmantelaron bandas de plagiarios fueron en el Distrito Federal y los estados de México, Michoacán, Morelos y Oaxaca.

En materia de lucha contra el plagio de personas, la PGR indicó que la Unidad Especializada en Investigación de Secuestros se enfocó a ?fortalecer al máximo su eficiencia a través de las tareas de participación, coordinación y supervisión en la investigación y persecución de los delitos de delincuencia organizada y secuestros, para actuar con oportunidad en casos sobre la materia.

El personal de la Unidad Especializada en Investigación de Secuestros logró de esta manera disminuir los casos de plagio que en 2004 tuvieron su nivel más alto, al registrarse ese año el inicio de 298 averiguaciones previas por el delito de secuestro, mientras que en este año que está por terminar se iniciaron 220 por ese mismo ilícito.

La estrategia aplicada para combatir la delincuencia organizada en materia de secuestro, se concentró -según la PGR- en la coordinación de todas las áreas involucradas de la Agencia Federal de Investigación (AFI), tales como Análisis Táctico, Manejo de Crisis e Investigación, entre otras, que permitieron la localización y la realización de cateos en los domicilios habilitados como posibles ?casas de seguridad?, la detención de los secuestradores y el rescate de víctimas.

La coordinación e intercambio de información con diferentes Procuradurías estatales, permitió desarticular bandas de secuestradores en las zonas de mayor incidencia delictiva en esta materia, como son el Distrito Federal, los estados de México, Michoacán, Morelos y Oaxaca.

Una de las principales acciones contra el secuestro fue el tratar de desmembrar todas las organizaciones delictivas y sus células que operan en diferentes partes llevando a cabo negociaciones o custodia de rehenes, así como los secuestros en su fase operativa, de tal manera que el combate a este ilícito sea integral.

Plagiarias, por amor o por necesidad

Salía sólo una hora cada día del cuarto en que la mantenían cautiva. Eran 60 minutos en los que podía ver, le retiraban la venda de los ojos para ayudar en su tarea de Física a Lupita, la hija adolescente de la mujer que la vigilaba y alimentaba. Así convivió 15 días con la familia, hasta que fue liberada.

Fueron 35 mil pesos -en billetes de 500 y 200-, los que recibió Leonor, un ama de casa, por ayudar a la banda de secuestradores de ?El Changoleón?; por tener en una habitación de su vivienda a esta víctima; por permitir que su hija fuera testigo del cautiverio; por convivir con los plagiarios. Ahora está en prisión.

Este expediente de la Procuraduría General de la República (PGR), es uno de los 80 casos documentados de 2003 a la fecha, en los que las mujeres participaron activamente en las bandas de plagiarios, desde quienes cuidan y alimentan a las víctimas, hasta las que lideran a la organización, en contraste con los 615 hombres detenidos en el mismo periodo, revela en entrevista Jorge Rosas García, titular de la Unidad de Investigación Especializada en Secuestro.

Aunque estos casos del fuero federal, en los que mujeres han sido acusadas por delincuencia organizada y privación ilegal de la libertad, son sólo una parte del fenómeno.

Genaro García Luna, titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal, quien durante cinco años estuvo al frente de la Agencia Federal de Investigación (AFI) y combatió a estas organizaciones, explica en entrevista que ?ahora, se percibe como normal la actividad criminal de los familiares, y no sólo se solapa; sean madres, esposas, novias, amasias o hijas de los plagiarios, estas mujeres colaboran, forman parte activa de las organizaciones, es una evidencia de fractura social?.

De acuerdo con los archivos de la PGR, en 1997 no existía ningún caso en el que una mujer fuera acusada de delincuencia organizada por participar en secuestros. La historia cambió el 17 de agosto de 1998, con la detención de Daniel Arizmendi, alias ?El Mochaorejas?, ya que a partir de su captura fue posible detener a las mujeres que colaboraban con la organización, entre ellas su esposa María de Lourdes Arias García y su nuera Verónica Jaramillo, hoy sentenciadas a más de 20 años de prisión.

Aunque las mujeres de la banda de Arizmendi más que participar en los plagios, ayudaban al grupo criminal a adquirir bienes e inmuebles con el dinero producto de los rescates que cobraban.

Todas tienen una justificación. ?Casi siempre aseguran que su necesidad económica las llevó a participar en el secuestro, la necesidad de subsistir, de mantener a sus hijos, de pagar sus deudas, las hizo cometer el delito?, señala Rosas García, el fiscal antisecuestro.

Aunque las motivaciones varían. ?Existen casos en los que reconocen su participación en los plagios por obediencia al novio, al amante, o por amor; pero lo mismo es obligada, que lo hace por no perder a su pareja, por tenerlo contento?, reconoce el funcionario.

-¿El argumento es ?yo lo amo, por eso lo ayudé?

-Son esas circunstancias en lo general, en las que encontramos que las mujeres participan en los secuestros.

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