Una buena idea para celebrar el Día Internacional de la Mujer fue la convocatoria que lanzara un grupo de destacadas luchadoras, en el sentido de crear una Coordinadora Nacional de Mujeres dentro del PRD, que promueva el voto y enriquezca las propuestas y compromisos de nuestros derechos de género.
Justamente, se trata de apoyar al propio candidato del PRD, para que alcancemos la Presidencia de México en las elecciones de 2006, como también obtener su adhesión y compromiso de hacia las nuevas propuestas.
Así, con un gran acto al que asistieron más de mil mujeres de diversos lugares, organizaciones y actividades profesionales, se hizo esta importante conmemoración.
En lo personal, para mí fue muy satisfactorio ser la presentadora oficial del evento, donde también intervino la talentosa y prestigiada feminista Marcela Lagarde, en representación de las mujeres, así como el candidato en respuesta a nuestras solicitudes y demandas, ahí planteadas.
En este movimiento ha tenido una participación esencial y determinante la diputada Angélica de la Peña, una gran mujer, brillante política y destacada luchadora social.
Por su parte, la doctora Lagarde hizo un llamado en el sentido que se incluyeran varios puntos en el Proyecto Alternativo de Nación, para recoger nuevas demandas de las mujeres, y a propósito expresó entre otras, las siguientes:
“Somos las ciudadanas del derecho al voto y las ciudadanas que hilamos tejido social en organizaciones, redes, comités, asambleas, frentes. Denunciamos la represión, vindicamos la vida política democrática, defendemos la vía electoral para acceder al poder, el voto y las elecciones confiables. A pesar de todo, aún no somos elegibles a pesar de nuestros méritos, nos regatean con misoginia raquíticas cuotas y posiciones políticas, a diestra y siniestra en cada proceso de selección o de designación... Por eso y mucho más, aspiramos a la vigencia de la democracia plena como régimen político basado en la igualdad... A pesar de la desigualdad de género, con nuestra presencia y creatividad, ampliamos la matrícula educativa, el mercado laboral, la participación sindical, civil y política y, desde luego, la vida artística y cultural... Queremos un Gobierno que cumpla con los lineamientos suscritos y reoriente el desarrollo con perspectiva de género, para apoyar el avance de las mujeres y la equidad entre mujeres y hombres. Que potencie la capacidad instalada en salud y educación, la amplíe y trabaje por su calidad. Que incida en la creación de condiciones de Seguridad Pública frente a la violencia y el crimen y rompa la alianza perversa entre poder público y poder mafioso, sanee las instituciones y profesionalice a su personal. Un Gobierno que se reforme para generar políticas gubernamentales eficaces... Nuestro país es conocido en el mundo por el trabajo doméstico en servidumbre, la explotación laboral en las maquiladoras, la explotación sexual infantil, el tráfico de personas, la prostitución o explotación sexual de mujeres y hombres, la pornografía y el turismo sexual, así como por la exacerbada violencia pública y privada, institucional, conyugal y familiar, contra las mujeres, y por el machismo acendrado de los hombres de a pie, tanto como de los políticos... Nuestro país es señalado, con horror, por el feminicidio. Por esta lacerante situación, millones de mujeres votaremos por la opción que se comprometa a crear y sostener una verdadera política de Gobierno y de Estado, de seguridad y de prevención, atención y erradicación de todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas. Y, desde luego, votaremos por quien acabe con la impunidad en los delitos del pasado, y asegure el acceso de las mujeres a la justicia. Queremos todos los derechos para todas y un Gobierno que actúe de cara a las mujeres, que procure hacer de nuestro país una casa pródiga y acogedora para todas y contribuya a la democracia en el sentido que le diera María Zambrano, la entrañable filósofa española, alguna vez transterrada en México: “la democracia…es la sociedad en la cual no sólo es permitido sino exigido, ser persona”
Y de acuerdo al programa establecido, López Obrador pronunció un mensaje, aceptó las propuestas e hizo otros planteamientos: “cuando menos la mitad de los cargos en el Gabinete va a estar en manos de mujeres”. Y agregó: “voy a solicitar a la Comisión Nacional de Derechos Humanos una investigación, una recomendación para actuar en el caso de las mujeres asesinadas en Ciudad Juárez, como un caso emblemático, pero vamos a actuar así en todos los casos”.
Como se ve, fue una digna y productiva forma de conmemorar los derechos de la mujer, más allá de retóricas y generalizaciones. Aquí sí hubo ideas y compromisos para llevarlas a la práctica, a fin de enaltecer a la mujer mexicana, resolver su problemática integral, enfrentar retos, reconocer derechos y en todo caso abrir los espacios que merecemos y nos han sido negados históricamente. Por eso, ahora ya no suplicamos ni pedimos, sino que exigimos y actuamos.
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