En estas manifestaciones vimos ya carteles que marcan el tono de la protesta, pues van desde un ?Ya basta Bush?, hasta ?Si porque soy mexicano dicen que soy ilegal revisa la historia real pues estoy en mi tierra natal?, pasando por ?USA es un país hecho por inmigrantes?, ?Soy taxista, no terrorista? y ?¿Mis impuestos son ilegales??.
Al rojo vivo se aprecia el choque de dos posiciones muy disímbolas sobre el flujo de los migrantes en Estados Unidos.
Por un lado, la de un grupo de legisladores que quiere imponer una nueva Ley en la materia para catalogar como delito la entrada ilegal a ese país.
Por otra parte, migrantes que viven y trabajan ahí (no sólo mexicanos, aunque nuestros compatriotas encabecen mayoritariamente esta protesta), que se oponen radicalmente a tal disposición que les daría trato de delincuentes.
Recordemos que en Estados Unidos viven más de 35 millones de hispanos, la mayoría paisanos nuestros, y de esa cifra entre diez y 12 millones son inmigrantes indocumentados.
Las reacciones ante la amenaza de esa reforma legal no se han hecho esperar, pues los inmigrantes han convocado a realizar movilizaciones de una importancia tal, que ya se consideran históricas. Entre ellas, la más reciente y concurrida, el sábado 25 en Los Ángeles, donde más de medio millón de manifestantes saturó todas las vías del centro de esa ciudad estadounidense. Y así otras protestas que se llevaron a cabo los días anteriores, lo mismo en Chicago, con 100 mil manifestantes, o en Milwaukee, con 30 mil, que en Phoenix, con más de 15 mil, o en Atlanta, donde se realizó un boicot en barrios hispanos.
Y podrían ir más allá, pues quizá pasen de la protesta al paro masivo de tipo laboral y comercial el próximo 19 de mayo, bajo el enunciado de ?Un día sin latinos?.
Pero queda claro que no se está hablando del argumento de una película como la que se exhibiera hace unos meses en diversas salas cinematográficas de México, es decir, Un día sin mexicanos.
En estas manifestaciones vimos ya carteles que marcan el tono de la protesta, pues van desde un ?Ya basta Bush?, hasta ?Si porque soy mexicano dicen que soy ilegal revisa la historia real pues estoy en mi tierra natal?, pasando por ?USA es un país hecho por inmigrantes?, ?Soy taxista, no terrorista? y ?¿Mis impuestos son ilegales??.
Ante tal despliegue de las protestas, es probable que tanto el Partido Demócrata como el Republicano reaccionen y busquen la forma de encauzar el problema migratorio, pues de lo contrario podría desbordarse políticamente y empezar a unir a otras minorías, lo que pondría en jaque a la primera potencia del mundo.
Y aquí, en México, uno se pregunta por enésima vez: ¿qué se ha logrado en beneficio de nuestros trabajadores migrantes por las vías diplomáticas y los acuerdos bilaterales con Estados Unidos?, pues a lo largo de cinco años se ha hablado mucho de posibles convenios sin que nada se concrete y hasta la fecha no ha habido ni siquiera una mínima mejoría de los derechos humanos y laborales de nuestros paisanos residentes del otro lado del río Bravo.
En todo caso, la iniciativa conocida como Ley Sensenbrenner ya fue aprobada por la Cámara de Representantes y esta misma semana se discute en el Senado.
Por fortuna, también existen senadores que se han manifestado contra dicha reforma y a cambio proponen un Plan de Trabajadores Temporales que incluya el posterior otorgamiento de la residencia oficial en Estados Unidos.
Y de igual manera, el propio alcalde angelino, Antonio Villaraigosa, congruente y orgulloso de sus propias raíces, está a favor del movimiento y sus palabras ante los manifestantes el sábado pasado así lo demostraron: ?Quiero darles la bienvenida a esta marcha. Estamos aquí para que sepan que somos trabajadores, no criminales. Estamos hoy con nuestras familias porque creemos en el sueño americano. Este gran país fue construido por inmigrantes, yo soy de Los Ángeles, pero soy hijo de un inmigrante mexicano?.
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