Las siete mentiras
Por la importancia de su contenido y su enfoque eminentemente político, me ocuparé en esta ocasión del Informe Trimestral de Labores 2006 que rindiera el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Alejandro Encinas, el martes cuatro de abril.
De entrada, diría que se trata de un mensaje analítico y esclarecedor, pues hizo referencia a una serie de cuestionamientos a la actual gestión -que entra en la recta final del sexenio-, enfrentando valientemente a quienes han esparcido datos falsos para confundir a la opinión pública respecto a la situación que prevalece en el Distrito Federal.
Alejandro Encinas se refirió a siete temas centrales a los que denominó Las siete grandes mentiras sobre la Ciudad de México. Denunció que algunos personajes públicos y organizaciones políticas, “ya sea por mezquindad o simplemente por ignorancia”, suponen y difunden que la Ciudad de México es la más insegura del país, la más endeudada, la que ahuyenta a los empresarios y obstruye la inversión privada, la de mayor desempleo, la más contaminada, la de menor transparencia institucional. Y, peor aún, que el Distrito Federal es “la capital del populismo”.
En respuesta a ello, a lo largo de su informe el jefe de Gobierno fue desarrollando y desmintiendo esas siete falacias, con válidos y acertados argumentos que pueden sintetizarse así: En primer término, aseguró que “De acuerdo con datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública, la Ciudad de México ocupa el séptimo lugar de las 32 entidades federativas en cuanto a incidencia delictiva y se encuentra por debajo de ciudades como Nuevo Laredo, Ciudad Juárez, Culiacán, Tijuana, entre otras (…) El total de denuncias de los primeros cinco años de la actual Administración fue menor en 21.6 por ciento respecto de las presentadas durante el periodo 1998-2000 y de casi el 30 por ciento menos en relación con las denuncias presentadas el periodo 1994-1997. De 2001 a 2005 se registraron reducciones en todos los índices delictivos del Distrito Federal, destacando las menores incidencias en robo a banco, a transportistas, robo de vehículos y robo a negocios, así como en homicidios, lesiones dolosas y robo a transeúnte”.
Y luego, en referencia a lo que se dice sobre el endeudamiento de la ciudad, afirmó: “Otra opinión falsa y sin fundamento es la que afirma que la Ciudad de México es la más endeudada del país. Las finanzas de la ciudad se han manejado con responsabilidad y criterios de austeridad y eficiencia. De esta manera ha sido posible una mayor captación de ingresos y la generación de ahorros presupuestales, que han permitido financiar los programas sociales y las obras públicas sin recurrir a mayores niveles de endeudamiento. El programa de austeridad ha permitido liberar fondos por más de 12 mil millones de pesos, lo cual ha hecho posible el financiamiento total del programa de adultos mayores”.
Y para descartar las versiones sobre un escaso crecimiento del número de empleos, también ofreció argumentos contundentes: “ ¿La de mayor desempleo? ¿Es la Ciudad de México, como dicen algunos, la de mayor desempleo en el país? Evidentemente no. Como ya lo dije, los cerca de cien mil millones de pesos que los empresarios privados han invertido en la ciudad durante estos más de cinco años, adicionales a los 53 mil 800 millones de pesos que el Gobierno del Distrito Federal ha invertido en diversas obras públicas de enero de 2001 a marzo de 2006, más la derrama económica que indirectamente generan nuestros programas sociales con sus 30 mil 504 millones de pesos en este mismo periodo, han creado más de 800 mil empleos formales en la ciudad. Por sí cupiera alguna duda. Con base en las cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social, de total de empleos formales generados a escala nacional durante 2005, el 17.5 por ciento correspondió a los empleos generados en el Distrito Federal. De acuerdo con el mismo Instituto, mientras que a escala nacional la proporción existente entre los empleos generados y la población total del país es de 12 puntos porcentuales, la proporción empleos-población en el Distrito Federal supera el 26 por ciento, es decir, la tasa de empleos-población en la ciudad es más del doble del referente nacional”.
Con esa misma vehemencia defendió las políticas relacionadas con el medio ambiente, al señalar: “¿La más contaminada? A fuerza de repetirse, una afirmación que era cierta hace 15 años, hay quienes, desconociendo los esfuerzos institucionales, ciudadanos y de política pública que se han hecho para combatir la contaminación atmosférica del Valle de México, siguen suponiendo que la Ciudad de México es la más contaminada. La calidad del aire en la Ciudad de México, aun cuando todavía no es satisfactoria, desde hace cerca de una década es cada vez mejor. La mayor parte de los contaminantes monitoreados se encuentran dentro las normas de salud todos los días del año (…) Desde el 18 de septiembre de 2002 no se ha presentado ninguna contingencia ambiental por ozono y ninguna precontingencia desde mayo de 2003. (…) Recientemente, junto a la Comisión Ambiental Metropolitana y el Centro Mario Molina, participamos en el lanzamiento del programa Milagro, el cual permitirá mejorar nuestras metodologías de monitoreo atmosférico y de seguimiento y análisis de los resultados obtenidos en esta materia”.
De igual forma argumentó contra quienes afirman que se han ahuyentado las inversiones privadas. Así, precisó, el Gobierno de la ciudad ha establecido una relación transparente y respetuosa con los empresarios, “otorgando garantías y certidumbre a la inversión, estímulos fiscales y agilización de los trámites para la apertura y la operación de las empresas, lo que ha propiciado inversiones en las ramas inmobiliaria, turística y de entretenimiento, financieras, industriales, comerciales, de servicios especializados, así como en otros rubros como alta tecnología, del conocimiento y la construcción de infraestructura urbana”. Sobre este tema, informó también: “Otro ejemplo es la magnitud de la inversión extranjera directa radicada en la Ciudad de México. De los 68 mil millones de dólares que registra el Gobierno Federal como inversión extranjera directa existente en el país, el 56 por ciento, es decir, más de 37 mil millones de dólares, está radicada en el Distrito Federal”.
Y en cuanto a las frecuentes voces que acusan al Gobierno capitalino de falta de transparencia institucional, Alejandro Encinas señaló: “El cinco de diciembre de 2000, fecha en que inició la presente Administración del Gobierno del Distrito Federal, el jefe de Gobierno y los titulares de secretarias y dependencias, hicimos pública nuestra situación patrimonial y se inició con la publicación de la nómina del Gobierno de la ciudad, aún sin que existiera en vigor ninguna exigencia jurídica al respecto. Y abundó: “Desde el primero de enero de 2004 entraron en operación 42 oficinas de Información Pública en el Gobierno de la ciudad, además de las 16 correspondientes a cada una de las delegaciones. De entonces a la fecha se ha recibido dos mil 997 solicitudes de información por parte de la ciudadanía, de las cuales, en apego a lo dispuesto a la Ley de transparencia e información gubernamental vigente, el 90 por cierto ha sido respondida. El diez por cierto restante se refiere a las que fueron canceladas por los propios solicitantes y a las que se encuentran en trámite. En el Distrito Federal y a diferencia de la mayor parte de las entidades del país, por acuerdo del jefe de Gobierno, toda la información gubernamental es pública excepto la reservada por disposiciones de la Ley”. En consecuencia, aseguró, todas las alusiones a la falta de transparencia en el Gobierno constituyen “un falso debate”.
Finalmente, se refirió a las críticos que acusan al Gobierno capitalino de populista y arremetió contra ellos así: “... dicen que la Ciudad de México es la capital del populismo. Yo les respondo que si así lo consideran, ¿por qué entonces reconocen sus éxitos y resultados sociales y por qué otros gobiernos, e incluso algunos candidatos en campaña, proponen programas similares a los nuestros? El Gobierno del Distrito Federal ha instrumentado una activa política social por responsabilidad institucional y por convicción profunda del valor que tienen la inclusión social, la distribución del ingreso, la equidad de género y la creación de oportunidades educativas y laborales. (...) Lo he dicho en varias ocasiones e insisto: después de más de cinco años de trabajo, podemos afirmar que se ha realizado la más importante inversión social en la historia de la Ciudad de México, la cual alcanza un monto de 30 mil 504 millones de pesos, en beneficio de más de diez millones de personas, incluyendo a habitantes de la zona metropolitana y de otras regiones del país, como sucede, por ejemplo, con la atención médica gratuita en los hospitales del Gobierno del Distrito Federal”.
El licenciado Encinas culminó su intervención con un afortunado deslinde respecto de este año electoral, pero sin llegar a declinar en ninguno de los propósitos que sustentan al Gobierno de la Ciudad de México y al proyecto de país, al afirmar: “...permaneceremos expectantes, y si bien cumpliremos con nuestra responsabilidad legal y con nuestro compromiso ético de mantener como autoridad un comportamiento imparcial, al margen de los procesos y la propaganda electorales, no guardaremos silencio ni seremos omisos en la defensa del interés general de nuestra ciudad y en la reivindicación de nuestra responsabilidad pública. (…) Actuaremos con imparcialidad, ésa es nuestra responsabilidad legal y nuestra convicción. Sin embargo, imparcialidad no implica neutralidad. La imparcialidad es una responsabilidad legal, la neutralidad en política es simulación. (…) Que nadie se confunda. Quienes estamos al frente del Gobierno de la ciudad somos parte de un equipo y de un proyecto político que en estos momentos se confronta en el ámbito nacional y que esperamos salga adelante, y estamos conscientes de que la mejor aportación que podemos hacer para que este proyecto se logre es culminar bien nuestro trabajo al frente de la ciudad y entregar buenas cuentas a los capitalinos al término de nuestra gestión”.
Como se ve, un sustancioso mensaje político de Alejandro Encinas en torno a siete asuntos clave para la capital del país. Por su relevancia y dado que estamos en la víspera de la Semana Santa, se me ocurre que bien se les podría considerar una especie de antítesis de los siete pecados capitales.
e mail: enlachapa@prodigy.-net.mx
www.marthachapa.com.mx