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San Petersburgo, Rusia.- La escalada de violencia en Oriente Medio alcanzó un lugar prominente en la cumbre del Grupo de los Ocho (G-8), que inicia hoy sábado y sus integrantes tomaban precauciones para evitar que sus divisiones afecten la reunión.
Mientras el presidente ruso Vladimir Putin, señaló en su calidad de anfitrión que Moscú ha decidido colocar el tema en la agenda oficial de la cita, su homólogo estadounidense, George W. Bush, habló con líderes de Egipto, Jordania, Israel y Líbano.
Un vocero de la Casa Blanca, indicó que Bush dialogó sobre la situación con los jefes de Estado de las citadas naciones vía telefónica durante su viaje en el avión que lo trajo desde Alemania hasta San Petersburgo, al oeste de Rusia.
El vocero del Consejo de Seguridad Nacional, Frederick Jones, no dio a conocer más detalles y eludió responder a la decisión de Putin de agendar el tema para las conversaciones del G-8, que incluyen también a Italia, Japón, Canadá, Francia y Reino Unido.
Las posturas de los gobiernos del G-8, respecto a la ferocidad de ataques los israelíes en Líbano, dejaron al descubierto el tono moderado de Washington, aliado de Tel Aviv, que la víspera vetó en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) una resolución de condena a Israel.
Putin y el presidente de Francia, Jacques Chirac, condenaron también ayer la ofensiva israelí, a la que han calificado como ?desproporcionada?.
Bush, que no ha condenado la magnitud de los ataques, dijo la víspera en Alemania, que Israel ?tiene el derecho a defenderse?, al tiempo que culpó a los gobiernos de Líbano y Siria de la situación, por dar presunto abrigo y apoyo a Jezbolá.
Italia, España, El Vaticano y Alemania, también urgieron a Israel a detener la escalada de violencia y deploraron los ataques injustificados a civiles en Líbano.
La ONU despachó la víspera a una delegación de tres emisarios a la zona de Oriente Medio, quienes tratarán de mediar una salida diplomática al conflicto.
Diplomáticos temen que si la dinámica de los últimos días se extiende durante el fin de semana, es factible que las negociaciones cruciales del G-8 que se esperaban sostener sobre Corea del Norte, Irán, Irak y Sudán, ?paguen el precio?.