Nueva Delhi, (EFE).- Un médico y su ayudante han sido condenados a dos años de cárcel por hacer test de determinación del sexo antes del nacimiento, lo que está prohibido por la legislación en la India, donde cada año miles de mujeres abortan fetos hembra.
Según informa el diario "The Times of India", es la primera vez que un tribunal condena a alguien por estos hechos, que cada vez preocupan más al Gobierno ya que el llamado "feticidio femenino" ha provocado que en el país exista un importante desequilibrio de género y haya 32 millones de mujeres menos que de hombres.
Un tribunal de la ciudad de Palwal, en el estado de Haryana, a unos 135 kilómetros al sur de Nueva Delhi, declaró culpables al doctor Anil Sabhani y a su asistente técnico Katar Singh de haber violado la Ley de Técnicas de Diagnosis Prenatal.
Además de dos años de prisión les impuso una multa de cinco mil rupias (unos 110 dólares) por haber comunicado el sexo de los fetos a los padres tras practicar ecografías en el 2001.
En esa fecha las autoridades de Haryana enviaron a tres mujeres embarazadas a la consulta del doctor Sabhani y pidieron que les dijeran el sexo del feto.
Este le comunicó a una de ellas que estaba esperando una niña y que él se encargaría de "resolver el asunto", lo que fue grabado en audio y vídeo.
El presidente de la Asociación Médica de la India, Vinay Agarwal, calificó la sentencia de "histórica", ya que podría ayudar a paliar el desequilibrio de género que existe en el país.
El último censo oficial, elaborado en 2001, registró 927 niñas por cada mil niños menores de seis años, pero estas cifras se vuelven muy preocupantes en regiones del país como el territorio occidental de Daman y Diu, donde sólo hay 710 mujeres por cada mil hombres, o Nueva Delhi, donde hay 821 hembras por cada mil varones.
"La profesión médica está haciendo todo lo que puede para resolver el problema", dijo Agarwal, que añadió que "la gente debería estar orgullosa de tener una niña".
El hecho de que las mujeres deban pagar una dote antes de casarse es uno de los factores que hacen que las familias no quieran sufrir la carga económica que supone una hija, cuyo casamiento arruina muchas veces la economía familiar, por lo que prefieren tener varones.