Frida y Diego, Dalí y Gala y Sartre y de Beauvoir son algunas de las parejas que marcaron épocas.
EL SIGLO DE TORREÓN/ AGENCIAS
TORREÓN, COAH.- Muchos son los amores que han surgido en el mundo del arte, sin embargo son pocos los que con el paso de los años han trascendido, tres parejas dan muestra de cómo el arte y el amor los llevó a marcar toda una época.
Flechazo eterno
La historia de amor de Diego Rivera y Frida Kahlo es especial; Frida fue a buscar a Diego Rivera a la Secretaría de Educación Pública, donde éste pintaba murales, le mostró algunas de sus obras solicitándole su opinión sincera y lo invitó a que visitara la Casa Azul para ver el resto de sus pinturas. Y así inició esta historia de amor; Diego empezó a frecuentar la Casa Azul para cortejar a Frida y este inmueble se convirtió en el escenario del encuentro de estos importantes personajes.
Frida y Diego se casaron el 21 de agosto de 1929, la pareja de recién casados rentó un departamento en Paseo de la Reforma 104. Para Frida Diego era todo: ?mi niño, mi amor, mi universo?.
Al pasar de tiempo y a causa de las infidelidades de Diego, la pareja se divorció, pero siguieron en contacto. En septiembre de ese año, Frida fue internada en el hospital Saint Luke de San Francisco, mientras Diego permanecía atento a su estado de salud. El ocho de diciembre de 1940, Diego y Frida contrajeron nupcias por segunda vez: ?yo sufrí dos accidentes graves en mi vida?, dijo una vez Frida, ?uno en el que un autobús me tumbó al suelo? el otro accidente es Diego?.
Fue un matrimonio que permaneció sin hijos y esto fue la fuente de muchas de las angustias de Frida, tanto como las infidelidades de Diego.
Como artistas, la pareja era muy productiva. Cada uno consideraba al otro como el mejor pintor y pintora de México. Frida se refería a Diego como el ?arquitecto de la vida?. Cada uno asumía con un profundo orgullo la creación del otro, a pesar de haber sido drásticamente diferentes en estilo y forma.
Afecto extravagante
La vida de Salvador Dalí cambió en 1929 cuando conoció a Gala Eluard, en la primavera de 1929, a partir de ahí se frecuentaron.
El amor de Dalí por Gala -diez años mayor que él- explotó entonces; realizaba numerosas extravagancias para captar la atención de Gala, tales como depilarse las axilas tiñéndoselas de azul, untarse excremento de cabra y colocarse un geranio rojo en la cabeza. Su emoción era tal, que cada vez que Dalí intentaba hablarle, éste era objeto de ataques de incontrolables risas.
Durante un paseo por Cabo de Creus, Dalí cayendo a sus pies convulsionado de risas, le confesó su amor; ella, apretando su mano le dijo, ?...niñito mío, no nos separaremos nunca...?; esto daría a Dalí la sensación de haber sido comprendido de una manera casi divina.
Ella se convertiría en el amor de Dalí y su inspiración. Las relaciones entre Dalí y Gala causaron que el padre de Dalí y él discutieran y dejaron de hablar.
En 1982 la muerte de Gala hizo que Dalí cayera en una gran depresión. Pero Gala tuvo una gran influencia sobre la vida y obra de este artista, y cuando la noticia de su muerte fue dada al pintor, éste dijo ?...no está muerta, no morirá nunca...?.
Pasión y libertad
Tras conocer a Jean Paul Sartre en la Sorbona, en 1929, Simone de Beuvoir se unió estrechamente al filósofo y su círculo. Ese año, mientras ambos preparaban un examen final, comenzaron una duradera y epifánica relación.
Sartre llamaba a Simone ?el castor?, debido a su intensa dedicación a las labores intelectuales: ?usted trabaja tanto como un pequeño castor?, decía.
Desde los inicios, Sartre y Beuvoir deciden basar su relación en la honestidad y la libertad. Cada uno posee independencia económica, sentimental y sexual: no están casados, no viven juntos y no tienen hijos. Para Simone, Sartre se convirtió en su mayor bendición: ?una gran suerte acaba de dárseme. Bruscamente, ya no estaba sola. Hasta entonces, los hombres que me habían interesado eran de una especie diferente a la mía. Cuando lo conocí, supe que nunca más saldría de mi vida?.
Sartre y ?el castor?, encontraban en su relación la mejor excusa para compartir y nutrir sus genialidades individuales. Desde entonces, la relación entre Simone y Sartre se convertiría en un inmenso amor a la libertad, por sobre todas las demás posibilidades terrenales.
Cada uno se transformó en el primer lector del otro, dedicándose mutuamente cada una de sus obras. Compartían el proceso de creación a través de largas cartas o encendidas conversaciones.
En medio de una época marcada por los sueños de cambiar el mundo, Sartre y el castor se transforman en los grandes inspiradores de toda una generación. Juntos recorren el mundo exponiendo sus ideas acerca del existencialismo, destacando siempre la importancia de asumir la propia libertad.
En 1980 Sartre muere a causa de un edema pulmonar. ?Su muerte nos separa. Mi muerte nos volverá a reunir. Mejor así: ya es hermoso que nuestras vidas hayan encajado durante tanto tiempo?, escribe de Beauvoir. Simone muere en 1986. Sus restos descansan junto a los de Sartre, en el cementerio de Montparnasse.
Para saber...
Otras parejas que causaron polémica en el mundo del arte fueron:
-Johannes Vermeer y Catharina Bolnes.
-Johann Sebastian Bach y María Bárbara Bach.
-Rembrandt Harmenszoon y Saskia van Uylemburgh.
-Ludwing Van Beethoven y Giulietta Guicciardi.
-Vincent Van Gogh y Sien Hoornik.
-Wolfgang Amadeus Mozart y Constanza Weber.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón
