Ninguno de los muchachos pudo ser identificado plentamente
EL SIGLO DE TORREÓN
COMARCA LAGUNERA.- En dos sendos accidentes, dos jóvenes murieron al caer de los respectivos trenes en que viajaban. Al parecer, uno de ellos no fue atropellado por la máquina pero el otro fue arrastrado aproximadamente 300 metros.
En el primer caso, un joven que viajaba de ?trampa? en el tren carguero, que podría tratarse de un centroamericano indocumentado, se cayó y falleció la madrugada de ayer a la altura del entronque de la carretera a Dinamita, Durango.
El agente investigador del Ministerio Público de Delitos contra la Vida y la Salud Personal, Aurelio Urbina Suárez, informa que a las diez de la mañana recibieron el aviso sobre una persona muerta a un lado de las vías del ferrocarril, que corren paralelas a la carretera a Ciudad Juárez, Chihuahua, a la altura del citado entronque, frente al poblado Brittingham.
Al lugar indicado acudió el agente del Ministerio Público y peritos de la Subprocuraduría de Justicia, donde se encontraba el cadáver de un joven de unos 24 años, tez morena, complexión delgada y de 1.67 metros de estatura.
El desconocido vestía pantalonera azul marino, playera negra y camisa del mismo color. No traía zapatos, motivo por el cual se presume que viajaba dormido y se cayó de manera accidental sin que se dieran cuenta sus amigos, si es que andaba acompañado.
Al lugar de los hechos se acercaron algunos habitantes de Brittingham, quienes dijeron no conocer al occiso, que no tenía huellas de haber sido atropellado, por lo cual se presume que cayó del tren en movimiento.
El cuerpo del joven se encontraba debajo del terraplén y había huellas de que rodó hacia abajo al caer del vagón en que viajaba, aunque se desconoce de qué tren cayó, toda vez que por ese lugar pasa uno entre las 23 y 24 horas, otro a las tres y media y uno más a las cinco de la mañana.
El cuerpo fue trasladado al anfiteatro del Servicio Médico Forense (Semefo), donde permanecerá hasta este día con la finalidad que pueda ser identificado, lo que se estima muy difícil, ya que el joven iba de paso. ?No descartamos que se trate de algún centroamericano, pues tiene los características de la gente de allá o incluso del sur del territorio mexicano?, dice el agente del Ministerio Público.
Otro en Madero
En Madero, un hombre de aproximadamente 20 años, ayer murió cuando luego de caer del tren fue arrollado 300 metros. No ha sido identificado porque entre sus pertenencias no traía ningún tipo de identificación.
En la Agencia del Ministerio Público a cargo de Raúl Zapico Torres informaron que a las siete de la mañana se recibió una llamada por parte del Cuerpo de Bomberos para notificar que a la altura del kilómetro Dos más 600 de la carretera Madero-Florida, estaba el cuerpo sin vida de un joven que al parecer viajaba en la locomotora.
Fue de esta manera como se trasladaron al lugar de los hechos para indentificar al cadáver que presentaba una pierna y brazo amputado y el resto de sus miembros con múltiples raspaduras porque fue arrastrado 300 metros. Esa fue la distancia entre el cuerpo y el lugar donde quedó su cacucha y sus tenis azul con blanco.
En uno de los vagones se encontró una bolsa de resistol, por lo que se presume que el muchacho a consecuencia de esa sustancia se cayó del tren para encontrar la muerte.
Como todavía a las cuatro de la tarde no se sabía sobre su identidad, Zapico Torres también se atrevió a sugerir de que podría tratarse de un suicidio. Sin embargo, manifestó que los elementos de la Policía Ministerial trabajaban a fin de descubrir su identidad.
El cuerpo del infortunado fue trasladado a las instalaciones del Sevicio Médico Forense ubicado en la ciudad de San Pedro, Coahuila donde se le practicó la necropsia de Ley y donde permanecerá hasta que las condiciones del cadáver lo permitan ?es que ya presentaba rigidez cuando se encontró el cuerpo- con el fin de que algún familiar reclame el cuerpo.
Señaló que en caso de que pasarán más de 48 horas, probablemente que se colocará en la fosa común y los parientes podrán identificarlo a través de las fotos que se le tomarán a su rostro previo a su entierro.
Para efectos de que alguien pudiera reconocerlo, el hombre tenía el pelo oscuro, frente regular, ojos color claro, cejas pobladas, nariz recta, labios gruesos, boca grande, mentón ovalado, estaura aproximada al metro 70 y vestía un pantalón de mezclilla azul y una playera gris.