Un eclipse total del Sol recorrió un trayecto desde Brasil hasta Mongolia durante poco más de tres horas, ofreciendo un espectáculo que no se repetirá hasta agosto de 2008.
Para presenciar el fenómeno en directo, miles de científicos, aficionados de la astronomía y simples curiosos se desplazaron hasta lugares remotos, como el desierto del sur de Libia u olvidadas localidades de Turquía.
Pero a través de la televisión o internet, la interposición de la Luna para tapar completamente el Sol se pudo observar en todas partes del planeta.