La mayoría de los padres aseguran que no pueden darse el gusto de gastar mucho dinero en estos días
El Siglo de Durango
El Parque Guadiana fue un sitio muy socorrido para celebrar el Día del Niño; la mayoría de las familias manifiestan que el festejo representa un gasto que no tenían contemplado y que los saca de presupuesto, por lo que una buena opción para que los menores se diviertan fue ese destino, aunque otros aseguraron que la inversión es mínima, por lo que no repercute en su economía de manera significativa.
Entre risas, gritos, juegos, zapatos abandonados en los jardines del lugar y algunos otros artículos personales de los infantes, una fuente de ?Las ranitas? muy concurrida y de comerciantes a los alrededores, desde los que vendían enmielados, yuquis, bolis, para contrarrestar los efectos del calor, algodones de azúcar, y puestos improvisados que expendían golosinas, hasta artesanos que ofertaban su trabajo como pulseras, collares, bolsitas y alcancías, se vivió el festejo del Día del Niño en las instalaciones del Parque Guadiana.
De igual manera, se pudo observar a los padres vigilantes de sus pequeños desde las sombras de los árboles que rodean la tan popular fuente, quienes esperaban con una toalla y demás accesorios para recibir a sus hijos, para cuando decidieran terminar de divertirse.
Mientras los niños realizaban estas actividades propias de su edad, los padres aguardaban con paciencia a los alrededores, pendientes de sus vástagos.
En un recorrido que realizó El Siglo de Durango por este lugar, cuestionó sobre los recursos económicos que se destinan para solventar los gastos generados en el festejo del Día del Niño, a lo que los padres de familia manifestaron llevar en promedio 50 pesos para gastar en cada pequeño, asegurando que la situación financiera no era muy buena, por lo que la celebración sería simbólica y basada en la convivencia con la familia y cumpliendo algunos antojos de los menores.
La totalidad de los encuestados manifestaron que los aspectos básicos para el festejo de ese día era de convivencia familiar, ya que normalmente y por la carga de trabajo no se da tan fácilmente el espacio para la interacción entre los miembros de familia, aseveraron, de ahí la prioridad de dedicar el tiempo para llevar a cabo dicha acción.
