Este año celebramos tres acontecimientos realmente importantes para la historia de la música; el 250 aniversario del natalicio de Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791), el centenario del natalicio de Dmitri Shostakovich (1906-1975) y el trescientos aniversario luctuoso de Johann Pachebel (1653-1706).
Evidentemente las celebraciones del 2006 habrán de concentrarse en el más genial y popular de ellos, Wolfgang Amadeus Mozart, por lo que no debe extrañarnos el que para su tercer programa de esta temporada la Camerata de Coahuila haya decidido interpretar tres importantes partituras de dicho compositor.
El concierto del pasado viernes diez de febrero inició con la Sinfonía No. 25 en sol menor K. 183 de Wolfgang Amadeus Mozart, la cual fue escrita hacia el año de 1773 época en la que el compositor tenía sólo 17 años. Su partitura fue escrita después de una exitosa gira por Italia durante la cual se estrenó su ópera Lucio Silla y el Exsultate Jubilate. La década de 1770 fue de búsqueda, bajo un punto de vista musical el joven compositor mezcló las tradiciones italianas con el estilo ?entonces novedoso? de la Escuela de Mannheim. Es por ello por lo que su Sinfonía No. 25 puede ser calificada como una obra de transición pues en ella el joven genio aún se mueve dentro del estilo imperante, a la vez que experimenta un nuevo lenguaje en el que más adelante habría de expresarse plenamente su personalidad. La orquesta bajo la dirección del maestro Ramón Shade nos brindó una dinámica interpretación en la que la Camerata de Coahuila desplegó su gran calidad y en el que a diferencia del segundo concierto de la temporada, la intervención de los cornos fue un poco más afortunada.
En octubre de 2001 gracias a los esfuerzos de la Alianza Francesa, del Colegio Cervantes y de la AFFA los laguneros tuvimos la dicha de escuchar al Trío Contrastes, el cual estaba conformado por tres jóvenes músicos franceses: Ophélie Gaillard en el violonchelo, Eric Speller en el oboe y Olivier Peyrebrune al piano. De estos tres excelentes músicos guardamos un recuerdo muy grato de las intervenciones de la violonchelista, pues demostró poseer no sólo una impresionante agilidad e impecable buen gusto, sino también una impactante personalidad. Es por ello que cuando me di cuenta de que esta joven francesa sería la solista en el complicadísimo Concierto para Violonchelo en Do Mayor Hob VIIb:1 de Joseph Haydn (1732-1809) estuve seguro de que habría de realizar una interpretación memorable.
Gaillard superó por mucho nuestras expectativas pues posee un magnífico temperamento y ?haciendo plena justicia a su apellido? una gallardía y técnica que le permitieron brindarnos una interpretación que sin caer en lo cursi fue emotiva, fiel al texto y a la vez moderna, en la que sustituyó la breve cadencia del mismo Haydn, por una ?que presumo fue escrita por la propia violonchelista? que es a la vez respetuosa de la partitura y vanguardista, además de un excelente vehículo para desplegar su enorme talento, y que contiene algunos ?guiños?, como la inclusión de un fragmento del Rondo alla Polacca del Triple Concierto de Ludwig van Beethoven. Creo que todos quedamos extasiados por la magnífica interpretación que escuchamos, por lo que brindamos una calurosa ovación a la solista, a la orquesta y a su brillante director, la cual fue recompensada con una maravillosa ejecución del Nocturno para Piano Op. 19 No. 4 de Piotr Ilich Tchaikovsky (1840-1893) en la transcripción que el propio compositor realizó en 1888 para violonchelo y pequeña orquesta.
Después del intermedio, y luego de recuperarnos de la conmoción que significó escuchar el concierto de Haydn con la gallardía que desplegaron tanto la solista como la orquesta, disfrutamos otras dos obras de Mozart: la obertura de la ópera El Empresario K. 486 y la Sinfonía No. 35 en re mayor K. 385. La obertura pertenece a una breve ópera cómica compuesta para una recepción que realizó el emperador José II en 1786, algunos musicólogos han visto en su partitura una parodia de las óperas italianas y una provocación hacia la música de Antonio Salieri. Por otro lado, la sinfonía No. 35 fue originalmente escrita como una serenata que probablemente incluyó, además de la marcha K. 408, un minueto que no ha podido ser identificado. Tanto la obertura como la sinfonía fueron bellamente ejecutadas por la orquesta bajo la dirección del maestro Shade, quien una vez más demostró una extraordinaria afinidad hacia la música de Haydn y de Mozart.
Siempre guardaremos un grato recuerdo de este concierto en el que se conjuntaron el talento de los músicos de la orquesta con la musicalidad de su director y con la juventud, gallardía, pasión y sensibilidad de la extraordinaria violonchelista que es Ophélie Gaillard.
GLOSARIO MUSICAL
Cadencia: parte de bravura de un concierto en que el solista despliega su virtuosismo sin acompañamiento de la orquesta.
Hob: estas siglas hacen referencia al catálogo temático que Anthony van Hoboken (1887-1983) compiló de las obras de Haydn.
K.: indica el número del catálogo cronológico que Ludwig von Koechel (1800- 1877) publicó en 1862 de las obras de Mozart.
Serenata: género musical que originalmente se tocaba durante la noche. En el siglo XVIII se convirtieron en piezas de música de hasta diez movimientos para ejecutarse por una pequeña orquesta en la que por lo general predominan los instrumentos de viento.
