Las cifras son contundentes: En los 25 años que han transcurrido desde que se identificó la enfermedad del Sida, el VIH ha infectado a unos 65 millones de personas, de los que han muerto unos 25 millones.
El mal está ganando la batalla a las autoridades, ya que la falta de recursos complica el panorama. Según Peter Piot, director del programa de la Organización de las Naciones Unidas contra la enfermedad, para este año se necesitarán casi 12 mil millones de euros, de los que sólo hay comprometidos siete mil millones. En 2008, harán falta más de 17 mil para combatir el mal. Por si fuera poco los medicamentos conseguidos a bajo precio de los laboratorios tienen que ser complementados o sustituidos por otros más avanzados, y la industria se resiste a ceder las patentes.
En este escenario a nivel mundial, son los niños el sector más vulnerable, ya que el 26 por ciento de los hijos de madres con el VIH lo hereda o lo adquiere durante la lactancia. La ONU quería que este porcentaje hubiera bajado diez puntos desde 2001. El objetivo sólo se ha cumplido en 11 de los países más afectados. Además, casi 14 millones de pequeños han perdido a su padre, su madre o a ambos por culpa del Sida.
De acuerdo al número total de casos acumulados de VIH/Sida, México ocupa el tercer lugar en el continente Americano, después de Estados Unidos y Brasil. El 86 por ciento de los casos corresponde a hombres y el 14 por ciento a mujeres, existiendo una relación hombre/mujer de seis a uno.
Los pronósticos de que la situación se agravará son muchos, ya que a pesar del avance en medios de comunicación el mensaje de tomar medidas preventivas no llega a la población. Cerca del 30 por ciento de los jóvenes en el mundo desconoce cómo protegerse contra el mal.
Ante este panorama es necesario reforzar las acciones de concientización, así como apostarle a la educación sexual como una herramienta fundamental para combatir la propagación del Sida.
