Dentro de los mitos de la literatura se tiene la errónea percepción del Kamasutra como un libro en el que se presentan miles de posiciones para la cópula. Lejos de una mera calistenia amatoria el Kamasutra es un libro sobre comportamiento humano, religión y tradición hindú. El libro se divide en siete partes y lejos de resumirse en un manual para tal o cual colocación durante la ?actividad física vigorosa?, el Kamasutra se adentra en una humanización y unión mística mediante el deseo y se concibe como una manual para el ejercicio del placer. En su primera parte nos habla de las tres fuerzas vitales que hay que cultivar: Dharma, que es el cumplimiento de las leyes sagradas, Artha representado por la adquisición de bienes materiales y su conservación y Kama, el deleite a través de los sentidos y la conciencia del placer alcanzado. El libro además de instruirnos en lo importante que es el balance entre estas tres fuerzas, nos habla sobre las sesenta y cuatro artes, un conocimiento exigido en la tradición hindú y que va desde saber hacer juegos de palabras, confeccionar arreglos de flores, estar versado sobre ciencia y arte, hasta la preparación de perfumes, el canto y la danza. También clasifica tipos de hombres y mujeres según su constitución física; habla sobre la formación de un hogar y su mobiliario, la vida diaria de los ciudadanos en la antigua India y en lo que corresponde al ejercicio del placer nos dice cómo utilizar los mordiscos, las caricias, el abrazo, el beso, las marcas con las uñas, los sonidos, sus clases, el sexo oral y cómo comenzar y terminar el coito, señala las infaltables posiciones eróticas en las que para realizar algunas de ellas hay que practicar yoga por la flexibilidad que exigen.
El Kamasutra nos introduce al comportamiento mencionando la adquisición de esposa en la India, el cortejo, cómo se inspira confianza en la pretendida y lo que me parece muy importante, los signos exteriores por los cuales una mujer se interesa en su pretendiente, una lección de lenguaje corporal aplicable a la coquetería natural de la mujer y que no ha variado hasta nuestros días. El Kamasutra habla en otros capítulos sobre la manera de vivir de la esposa, sobre las esposas de los demás; el por qué las mujeres se resisten a las persecuciones de los hombres y dice cuáles son las particularidades de los hombres que tienen éxito con las mujeres y cuáles mujeres son la de conquista más fácil y la realización del examen del estado de ánimo de una mujer. Lejos de interesarse en el orgasmo como un fin exclusivo del acto sexual, tara que padecemos en la actualidad, los aforismos del amor, como es llamado el tratado, hablan sobre el deleite, el arte amatorio y la ejecución de goce con destreza y satisfacción. Emparentado con el Ananga Ranga (el escenario del amor) de Kalyana Maya, y con El jardín perfumado del Jeque Nefzawi, otro par de libros sobre el placer. El Kamasutra tiene en su parte tradicional las recetas de afrodisíacos y fórmulas para el engrandecimiento del miembro, procesos que caen en lo pintoresco pues piden para su preparación ingredientes exclusivos de la India en algunos casos. La obra está escrita por Vatyayana a partir de una compilación de textos tradicionales en los que se añaden consejos para las cortesanas: cómo obtener un nuevo amante, a cuál sacarle mayor beneficio económico, los signos del amante que comienza a cansarse y las maneras de deshacerse de él. El texto llegó al conocimiento occidental gracias al explorador ingles Sir Richard Burton, quien tradujo e introdujo importantes obras orientales en el siglo XIX. Las primeras copias del tratado fueron pocas y estaban reservadas para los nobles, pero debido al carácter primordial del compendio su difusión fue extendiéndose con relativa rapidez.
Siendo el placer uno de los objetivos vitales de la existencia, la lectura del Kamasutra nos adentrará en una percepción distinta sobre el placer, la humanidad y el arte del goce. La concepción judeocristiana que nos habla del cuerpo como algo perecedero y sucio nos ha llenado de prejuicios sobre el sexo y el deseo. Para algunos místicos sufíes andaluces como Ibn Hazm e Ibn Arabi el cuerpo es el templo del espíritu y la divinidad forma parte constitutiva de la existencia, ellos mencionan cómo la unión a través de la pareja es la íntima relación entre el amor humano y el amor divino en la que el amor humano es sólo una expresión del amor divino. El Kamasutra, lejos de ser un mero manual de posiciones contribuye a un conocimiento mayor sobre uno de los pilares de la existencia. Le invito a que lo lea y derrumbe prejuicios.
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