EDITORIAL Caricatura editorial columnas editorial

El buscabullas

Gilberto Serna

Lo vimos en los noticieros, tenía el brazo derecho levantado, ante una multitud que llenaba de bote en bote el espacio donde se celebraba la peculiar ceremonia, repetía con los labios abiertos la palabras que fueron dichas por sus antecesores dentro de un ritual que nadie se atrevió a bloquear, contentándose con la benevolencia con la que es tratado quien no está en el cabal uso de sus facultades mentales. Eso algunos, otros fueron más allá. Lo agredieron por escrito motejándolo de bufón, que si no mal recuerdo es quien divertía con sus ocurrencias a los monarcas. No estaré de acuerdo con lo que hace Andrés Manuel, pero no por eso dejo de asombrarme de su férrea decisión de cuestionar con su actitud al sistema, que pudo o no dar a luz unas elecciones amañadas. En la historia del mundo el único que me viene a la memoria, hizo algo similar, es Mohandas Karamchand Gandhi (1869-1948) que logró su cometido aguantando mansamente su destino. -Gandhi, reformador religioso hindú que preconizó el sistema de la desobediencia civil y resistencia pacífica, sufrió diecisiete encarcelamientos. Sus métodos ascéticos, aunados a su abnegación y rectitud, suscitó la veneración de todos sus compatriotas. Fue llamado, Alma Grande-.

Bien, acaba de celebrarse un aniversario más de la Revolución que inició Francisco I. Madero, originario de Parras, a quien se le consideró, por el régimen de aquellos años, como el loquito de aquel entonces, provocando que en los salones del Palacio Virreynal a su sola mención los favorecidos del porfirismo esbozaran una leve sonrisa de indulgente comprensión. El régimen de don Porfirio no podía tomarlo en serio pues contaba con un Ejército regular, moderna artillería y celebraban un Te Deum cada ocasión propicia, con lo que tenían al poder terrenal y espiritual en sus manos. En estos días se ha honrado a los revoltosos que apenas hace menos de cien años vociferaban contra el mal Gobierno. Aquéllos contra el dictador, éstos, los actuales, contra quien consideran les escamoteó el triunfo en las urnas. Hoy se reconoce el heroísmo de quienes alzaron su puño y su voz contra la exclusión y la violación de los derechos de las personas y en esta época, se tilda de cacique a quien se opone en vías de hecho a que se legalice, lo que él y muchos, llaman fraude electoral. El revolucionario de antes, si llegaba a triunfar, era considerado un héroe que buscaba mejorar las condiciones del pueblo, hoy cualquiera que disienta con lo que hace el Gobierno, es un vulgar buscabullas.

Me costó trabajo darme cuenta cabal de cómo, junto a los Serdán, los Zapata, los Villa y los Carranza, el presidente Fox honró la memoria de los hermanos Flores Magón, precursores de la Revolución de 1910. Ricardo y Jesús y Enrique fueron perseguidos en su tiempo por las Policía Secreta del Gobierno del general Porfirio Díaz por filibusteros y traidores a la patria. Para ellos, el movimiento armado contra la dictadura iniciado en 1910 tenía un sentido revolucionario de orientación anarquista. Esto me parece bastante para encontrar que los homenajeados de hoy, considerándolos héroes de la patria, no ha mucho tiempo eran vituperados a la altura de forajidos vendepatrias. Bastaría este botón de muestra para percatarnos que quizá la diferencia con los cabecillas de ahora es que la Revolución triunfó y el Gobierno resultó derrocado, en tanto los actuales cuentan con que se caiga solo.

La semejanza con el movimiento pacifista que encabeza Andrés Manuel López Obrador, es en cuanto a los objetivos, aquéllos tomando las armas lograron derrumbar a un Gobierno, los actuales piden que, como resultado de una resistencia pacífica, los que detentan las instituciones gubernamentales, comprendan que son espurios, por lo que deben ceder los mandos a quienes se consideran legítimos. Debo decir, que pierden su tiempo y se lo hacen perder a sus seguidores, si están pensando que sus contrarios se van a rendir entregando el poder con plantones, lo que es equivalente a querer asustar con el petate del muerto. Si lo que se quiere es justicia, con razón o sin ella, lo que se requiere es darse cuenta que con irrumpir en la sala donde sesiona el Congreso de la Unión no cambia en modo alguno la decisión de un Tribunal Electoral que hizo la declaración de presidente. Eso que de no presentarse el electo se designará un interino me parece una reverenda vacilada. Lo peor es que lo tomen en serio los demás partidos a los que les tiemblan las corvas y mandan fortificar el recinto legislativo, como si temieran una cruenta intrusión. A menos que me equivoque, lo que no sería la primera vez, les aseguro que el presidente electo asumirá sus funciones, en tanto AMLO se prepara, siguiendo el ejemplo de Gandhi a recorrer el país.

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 247665

elsiglo.mx