Los programas sociales al medio rural no llegan y los productores se desilucionan de los políticos
Brenda M. García
El campo ya no es rentable; la falta de apoyos e infraestructura, añadido a fenómenos naturales como la sequía, se han encargado de convencer a muchos productores que han decidido dejar esta actividad.
En un recorrido que realizó El Siglo de Durango por el poblado Miguel Hidalgo, campesinos de esta comunidad reiteraron la falta de apoyos y de oportunidades, de ahí que prefieren rentar sus tierras para que otros las trabajen y a cambio de esto recibir algo de ganancia.
La sequía les pegó duro y no han podido cosechar, no tienen con qué comprar lo necesario para preparar la tierra; las autoridades no han ido desde sus campañas políticas, ?solo prometen y después nunca vuelven?, comentan.
El campesino Francisco Javier Salmeron, precisa que hace muchos años que no siembra en su tierra, porque le salió mala, y que solamente le pudo sacar beneficio cuando existía el Banco Rural.
Comenta que sólo algunos productores han recibido apoyo del Programa de Apoyos Directos al Campo (Procampo), que es lo único que las dependencias federales han pagado hasta el momento.
?A mí no me dan Procampo, porque no me apunté; el año antepasado me apunté pero nunca me llegó nada?, expone por su parte Basilio Reyes, otro campesino desilusionado de la política agraria vigente y de los bajos precios de la comercialización de cosechas.
En lo particular antes sembraba maíz pero no era costeable, porque necesitaba mucha agua. Al preguntarle sobre los apoyos que hay para mitigar los efectos de la sequía, señala que no sabe nada del asunto.
?Las autoridades vienen cuando son las votaciones, ya después ¿a qué vienen?, vienen nada más de pasada?, añade Manuel Vargas.
AMARGA REALIDAD
Prácticamente con las uñas, sin los apoyos que han prometido las diferentes instancias de Gobierno y soportando los estragos de la sequía, campesinos del municipio de Durango se quejan del olvido en el que viven. ?Nadie nos hace caso, sólo vienen cuando andan en campaña, pero cuando ya se sientan, nunca regresan?, dice Francisco Javier Salmerón, un campesino de vestimenta humilde y 57 años de edad y con él coinciden varios productores agrícolas que fueron entrevistados en el poblado Miguel Hidalgo.
Antes de llegar a la población en donde se entrevistó a varios productores del sector social, se observan los campos áridos, con claras huellas de que acaba de pasar por ellos una rastra, el color amarillo predomina en los surcos y solamente a lo lejos, bajo una endeble sombra se observa a un hato de cabras guarecerse de los rayos del sol.
Los campesinos se muestran desalentados porque no cuentan con recursos para la preparación de sus tierras de cultivo, labor en la que deberían estar ocupados en este momento, pero, la mayor parte de ellos han abandonado la parcela.
Para dar referencia de su trabajo en el campo, Francisco Javier comenta: ?No sé si conozca a un señor que se llama Jorge Mijares, tiene huerta de perones, enfrente de con él, está una parcela de nueve hectáreas que trabaja mi hermano, afirma.
El entrevistado es claro; ?El Gobierno es puro cuento, ahorita no nos ha dado nada, ni semilla ni apoyos, nomás oímos en las noticias que han ayudado a Durango, Ferrerías, por ahí a parte de la sierra, el Mezquital, pero aquí no ha llegado nada?.
Con la mirada clavada en el polvoriento terreno, mirando un costal que depositó en el suelo después de llevarlo cargado un largo tramo, el campesino retoma sus comentarios y dice: ?Hay un diputado, Jesús quien sabe qué, es el que nos toca a nosotros, nomás nos prometió que nos iba a venir a visitar cada mes, pero nunca volvió; así pasa, nomás se sientan y ya no vuelven?, asegura.
¿No será Jesús Alvarado?, se le pregunta, y de inmediato asiente el entrevistado para agregar que algunos campesinos ya recibieron el Procampo y alguna gente hasta lo gastó en otras cosas diferentes a la siembra; sabemos de mucha gente que se va a los centros de vicio de Durango, como ?Los Portales?, ?El Sarape? y otros. Yo no los conozco, pero los compañeros me platican que se pone bien con las mujeres en esos lugares en donde se ve gente de Morelos, de Contreras, de Parras, Belisario Domínguez y de otros ranchos, dice el productor.
En estos momentos hay tierras que no se siembran por diferentes razones; algunas veces las tierras son muy malas, en otras no hay agua y hay terrenos en que la producción está muy abajo y por eso hay compañeros campesinos que como yo, mejor no sembramos la parcela.
Hay mucha tierra en Durango que se encuentra abandonada, pero no es por culpa de los campesinos, es porque no hay apoyo de las autoridades; la mayor parte de las tierras sin trabajarse necesitan desmonte y no hay dinero para llevar a cabo esos trabajos, por lo que no se puede aumentar la superficie de cultivo, además de que se padece una severa escasez de agua por la sequía que se vivió el año pasado y porque no se tienen pozos para atender los cultivos que se lleguen a establecer, dijo el entrevistado.
?Yo cuando sembraba mis tierras es cuando prestaba recursos el Banco Rural del Norte y la verdad es que nunca le pagábamos porque no salía suficiente (cosecha) para pagarle?, afirma.
¿TRABAJAR?, DONDE SEA MENOS LA TIERRA
Tranquilos, sentados en la banqueta y en amena plática se encuentran dos campesinos, se trata de Manuel Vargas Zamarripa y de Basilio Reyes quienes se lamentan la falta de trabajo; ?no hay nada qué hacer, no hay trabajo, ¿por qué cree que estamos aquí?, dicen.
No hay dinero y francamente eso es lo que se necesita para trabajar, dice el primero de los entrevistados, Manuel Vargas. No hay dinero para mover la tierra, para comprar combustibles o semilla, afirma.
Se supone que reciben apoyo del Gobierno mediante el Procampo, se le replica al entrevistado, quien direcciona la entrevista hacia su compañero Basilio Reyes y quien asegura que tradicionalmente siembra maíz, pero este año ha decidido dejar sus tierras a un ?mediero?, o sea que las prestó para que otra persona las trabaje y que al momento de la cosecha le pague con una parte de la producción a modo de renta.
?Ya no costea sembrar uno la tierra, no hay quien compre y pagan muy poco?, afirma, al referirse a la comercialización del maíz.
Según el entrevistado, este año se les pagó a razón de un peso y uno veinte el kilo de maíz y considera que no es rentable trabajar la tierra porque deben invertirse aproximadamente ocho mil pesos por hectárea para el cultivo del grano en donde se obtienen rendimientos por el orden de las siete toneladas y así, apenas sacan la inversión, por lo que es más recomendable dedicarse a otra cosa, dice el campesino.
Con respecto a los apoyos del Gobierno Federal y del Estado, dijo que hay campesinos que no reciben nada; en el poblado Miguel Hidalgo, hay productores del sector social que desde hace cuatro años se anotaron y hasta el momento no han recibido nada. No saben si les autorizaron esos apoyos y no se los entregaron o definitivamente son solamente para unos cuantos, pero el hecho es que a muchos campesinos no les llega nada.
Cada año vienen y apuntan, cada año hablan con los campesinos y levantan listas, pero nunca llega nada, afirman los entrevistados.
Por todo lo anterior, los dos campesinos coinciden al señalar que los productores han abandonado las parcelas y se van a buscar a donde haya trabajo ?de lo que sea, a la obra, por ahí, de lo que sea, pero no la tierra porque esa ya no deja?, aseguran.
¿Y el Presidente Municipal, cuando viene qué les dice?, se les pregunta y la respuesta no se hace esperar:
¿?Cuál, quien es el Presidente? Y sueltan la risa, ?no, esos solamente se presentan cuando andan en campaña, cuando quieren votos, pero ya después ni voltean, a veces los ve uno pasar por ese camino, pero ni caso hace?, concluyen.
ORGANIZACIONES INCONFORMES
De los apoyos que mencionaron para mitigar los efectos de la sequía tanto las autoridades federales como estatales, solamente se han bajado los recursos del Programa de Estímulos para la Productividad Ganadera (Progan) y del Programa de Apoyos Directos al Campo (Procampo) que eran obligatorios, informaron los líderes de la Organización de Defensa Campesina ?Plan de Ayala? (ODC) y la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos (CNC).
El 24 de noviembre del 2005, la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) y la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural del Estado (SAGDR) realizaron una rueda de prensa para dar a conocer el programa para abatir los efectos de la sequía en el presente año.
Gustavo Pedro Cortez, líder de la ODC, indica que los apoyos que prometieron el año pasado no se han ?aterrizado?, y expresa que el campo está sufriendo ya que el daño de la sequía fue grave y los productores no tienen de qué comer.
?Vivimos en un gobierno virtual que no está cumpliendo con su responsabilidad; en el papel le designaron más recursos al campo en este año pero en la realidad no hay nada nuevo ni extraordinario?, precisa el líder.
Apunta que en una reunión que sostuvo con el delegado de la Sagarpa, René Almeida Grajales, le comentó que tendrían problema para la compra de 30 tractores y la construcción de bordos de abrevadero.
El Subsecretario de Agricultura y Ganadería de la SAGDR destaca que la dependencia aún esta analizando la compra de 40 millones de pesos de semilla certificada, que también se informó en noviembre pasado, pero de lo anunciado aún no se tiene respuesta concreta de los proyectos.
Por su parte, Francisco Guevara Herrera, dirigente estatal de la CNC, dice que gran parte de los compromisos de las dependencias federales y estatales no se han cumplido, y en este momento con lo que ha estado trabajando es con el abastecimiento de agua a través de pipas, para dar de beber al ganado.
Acepta que muchos de los programas aún estan en gestiones como el seguro agrícola y ganadero que no se ha concretado; además, opina que la compra de tractores no es viable ya que su mantenimiento es complicado, por lo que advierte que es preferible rentar el equipo.
Sobre la construcción de bordos de abrevadero, informa que muchas de estas obras no se planean, por lo que quedan abandonadas y sin ninguna utilidad.
Sostiene que uno de los problemas es que el Gobierno Federal no tiene contemplado un programa emergente para la sequía, que es un fenómeno recurrente en el norte del país, y que en este año los apoyos se fueron para el sur del país, después de los desastres naturales.
Indica que es necesaria la creación de un Fondo de Desastres Naturales para la sequía y que ayuden a mitigar sus efectos, ya que estiman que este año podría presentarse el mismo fenómeno.
En conclusión, ambas organizaciones sociales coinciden en que los apoyos anunciados son los que ya se tenían contemplados para este año; solamente se ha pagado el Procampo 2005 y se ha bajado el programa de pipas y la entrega de 25 millones de pesos del Progan.
La sequía es recurrente en los estados del norte del país. Las autoridades de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) prevén que el fenómeno se presente en este mismo año, situación que agravará aún más la situación en el campo.