LOS PRIMEROS DIENTES APARECEN ALREDEDOR DE LOS SEIS MESES DE VIDA.
En los recién nacidos se recomienda que la higiene bucal sea una vez al día con una gasa o tela destinada únicamente para este fin.
Los padres de los recién nacidos deben comenzar el cuidado de los dientes de sus hijos desde los primeros meses de vida, porque desde el momento en que los bebés reciben alimentos, incluso la leche materna, empieza la tarea de la higiene bucal.
El dedo de mamá o papá, envuelto en una gasa o un paño absolutamente limpio, son el primer "cepillo dental" del bebé, que como cualquier persona necesita del cuidar su higiene bucal, que debe continuar cuando brotan las primeras piezas dentales. Se trata de proteger encías y dientes desde prácticamente el primer momento de la existencia, pues se trata de partes del organismo que son para toda la vida.
Mucha gente desconoce que los bebés necesitan de la higiene bucal, que en los primeros meses de vida tiene como propósito prevenir el desarrollo de caries cuando le salgan sus primeros dientes, que aparecen alrededor de los seis meses de vida.
Aunque estas piezas dentales se pierden posteriormente, entre los seis y nueve años regularmente, mantenerlos en buen estado es de suma importancia para preparar el terreno a los permanentes, que deben brotar bien y sanos.
En los recién nacidos, explica Jesús E. Pérez Domínguez, coordinador Médico de Programas de la División de la Salud del Niño y del Adolescente de la Coordinación de PREVENIMSS, se recomienda que la higiene bucal sea una vez al día con una gasa o tela destinada únicamente para este fin, humedecida en agua hervida y asegurarse que no sea excesiva para evitar ahogo o asfixia.
La tela, indica, se envuelve en el dedo índice haciendo una almohadilla, que se introduce en la boca del bebé frotando suavemente las encías y la lengua durante un minuto a minuto y medio, todo con sumo cuidado.
