Lo he admirado en varias tarjetas postales?, su figura..., su tamaño?, su gallardía?, su hermoso y varonil rostro es impresionante, casi divino?, con su brazos extendidos parece abarcar al mundo?, al universo. Aparece en infinidad de portadas de libros y revistas?, es motivo de cientos y cientos de artículos que aparecen en periódicos y revistas de circulación internacional; de cerca, de lejos aparece en películas comerciales o documentales fílmicos con o sin un fin de promocionarlo como un atractivo turístico?, se considera como el emblema, el icono más representativo de la ciudad que orgullosamente lo posee e incluso de su país, el de mayores dimensiones territoriales en toda la América Latina y tal vez, sí, tal vez sea uno de los primeros que se erigió en el mundo. Es visitado por millones de turistas de muchos países del planeta?, fue inaugurado cuando yo ni tan siquiera había nacido?, no he tenido la fortuna de admirarlo en toda su magnitud y gallardía.., si algún día visitara esa ciudad, de tan lejano país?, esa ciudad tan atrayente, sería para ir a admirarlo; lo demás que conociera de esa bullanguera ciudad carecería de importancia. Sí, sin lugar a dudas me estoy refiriendo al Cristo de Corcovado de Río de Janeiro en Brasil, que precisamente este 12 de octubre celebra el 75 aniversario de su inauguración.
¿De quién surgió la idea de construirlo?..., ¿quién o quiénes sufragaron su costo?..., ¿quién lo diseñó?..., ¿quiénes le dieron forma?..., ¿de qué material está construido?... ¿Cuál es su peso? ¿Cuánto tiempo se llevaron en su construcción? Todo, absolutamente todo debe estar registrado dentro de su historia; sin embargo, conformémonos, por el momento, de saber que mide 38 metros de altura, que con sus brazos extendidos mide 30 metros, que pesa 1,145 toneladas, que está a 740 metros sobre el nivel del mar y que está considerado como el de mayores dimensiones en toda la América Latina.
¿Por qué, a pesar de que bíblicamente y más específicamente, en los Diez Mandamientos, nos señalan ?no adorar ni realizar imágenes de ninguna semejanza de lo que está arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra?, la religión católica promueve la construcción de estas figuras representativas de Cristo Redentor, de nuestro Señor Jesucristo, de Cristo Rey? En la Península Ibérica, para ser más precisos, en Portugal, en América Latina, como Brasil, Argentina-Chile y otros países, así como en Cuba y México, altamente católicos, encontramos estas figuras; quizá otros países del mundo que profesan el catolicismo también los tengan. Ahondar sobre el tema sería controversial?, motivo de muchas polémicas, discusiones sin llegar a ponernos de acuerdo, sobre todo con los adeptos a otras religiones no adoradores de imágenes, santos, vírgenes o figuras representativas de Dios o Jesucristo y como dicen, de política y religión es difícil ponernos de acuerdo, así que lo más saludable es no abordar ambos temas.
La realidad es que en la Península Ibérica, en Portugal, y América Latina y sobre todo en nuestro país, varias ciudades orgullosamente poseen estas figuras, esculturas o monumentos, como queramos llamarlas, y todas ellas se encuentran en la cima más alta del cerro, montículo o montaña que rodean a la población y otra característica, se les conoce con el nombre de esos lugares: Cristo del Cerro de Cubilete, en Silao, Gto.; Cristo del Cerrito en Ixtlán del Río, Nayarit; Cristo del Cerro de las Noas, en Torreón, Coah.; Cristo del Cerro de la Mesa, en San Ignacio, Sinaloa; Cristo del Cerro de las Galeras en Saltillo, Coah.; Cristo del Cerro de Santa Apolonia en Pachuca, Hgo.; Cristo del Cerro del Atachi, en Taxco, Gro.; Cristo del Cerro de la Cruz en Tepic, Nayarit, por mencionar algunos.
En lo personal he tenido la oportunidad de conocer a los que se encuentran en nuestro país; sin embargo aprovechemos estos tres cuartos de siglo de la figura de Cristo Rey más monumental del Continente Americano para hacerles llegar algo de su historia y tan sólo mencionar que los que se encuentran en algunos de nuestros estados poseen una gran historia, de los cuales conviene hablar en alguna otra ocasión..., de los lugares en donde se encuentran ubicados..., de sus dimensiones, material de construcción y sus dimensiones.
La idea de levantar un Cristo en la cima del corcovado, un cerro de 710 metros de altura visible desde casi toda la ciudad, surgió a mediados del siglo XIX, sin embargo, la estatua de 38 metros y 1,145 toneladas de peso fue inaugurada hasta el 12 de octubre de 1931, en el período de entreguerras que popularizó en todo el mundo el culto al Corazón de Cristo. El proyecto debió vencer la resistencia de la Escuela de Bellas Artes y políticas que querían el monumento en la cumbre de otro cerro: el Pan de Azúcar.
Las obras de la estatua de hormigón armado, del tamaño de un edificio de 13 pisos, duraron cinco años y costaron diez millones de dólares en valores actuales. Llegaron donaciones de todos los rincones del Brasil, lo que le da un gran simbolismo. Fue financiado por el pueblo, dijo el arquitecto Semenovith. Los bocetos originales proponían un inmenso Cristo de metal cargando un globo terráqueo y una cruz. ?Apenas vieron la maqueta, los cariocas empezaron a bromear y decir que sería un Cristo futbolista?, cuenta el arquitecto. ?Al arzobispo no le gustó el chiste, añadió. Fue entonces que el ingeniero Heitor Silva proyectó una figura de brazos abiertos hecha de piedra, pues, dicen, temía que en caso de guerra el Cristo fuera fundido para fabricar cañones. La cabeza y las manos fueron esculpidas en Francia por Paul Landowski, que despachó los moldes de yeso por barco y jamás puso los pies en Río de Janeiro para ver su creación.
Al cristo se llega por carretera o en un tranvía inaugurado hace 122 años por el emperador Pedro II y que ha transportado al Papa Juan Pablo II, a Albert Einstein y a la princesa Diana de Gales, entre otros personajes ilustres. También se puede llegar a través de una escalinata de 222 peldaños, sin embargo, después de tres años de obras y una inversión de 1.8 millones de dólares, la alcaldía de Río de Janeiro jubiló las escaleras de piedra e inaugura el día 20 de enero del 2003 cuatro escaleras mecánicas y tres elevadores, con lo que se pretende facilitar el acceso de los visitantes con deficiencias de salud o a los que el estado físico no les permite enfrentarse a la gran cantidad de peldaños.
La estatua del Cristo fue el único monumento que se salvó en el 2001, año del racionamiento eléctrico, que dejó a oscuras hasta el palacio de Planalto, sede de la presidencia en Brasilia. ?Apagar las luces del Corcovado es tan impensable como apagar las de la Torre Eiffel o de la estatua de la Libertad?, comentó entonces un portavoz del municipio.
El Cristo Redentor, que corona el Morro del Corcovado, desde el que se puede observar casi todo Río de Janeiro, es una de las principales atracciones turísticas de la ciudad brasileña más conocido en el mundo.
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