El hijo pródigo, como en la parábola, ha vuelto al redil. Dudo que se le haya extrañado mucho pero el hecho es que regresa a casa luego de varios años de ausencia.
Vuelve con la frente en alto, que no marchita como reza el tango y se instala en Banfield, su barrio de toda la vida. Convive con la prensa y se muestra amable, tranquilo, objetivo, humildito pues, hasta que le tocan el vals que no gusta de escuchar, México, y vuelve a las andadas, a la majadería y la prepotencia.
En efecto, Ricardo Antonio La Volpe ha vuelto a su natal Argentina con la pretensión de dirigir a uno de los clubes emblemá tico del balompié rioplantense, el Boca Juniors.
Los ?xeneizes? tendrán que ceder a su actual director técnico, Alfio Basile, a la selección nacional a partir del 15 de septiembre y esto ha desatado rumores especulativos sobre quién tomará el timón del popular cuadro de la Boca.
Como se recordará, hubo un aparente acercamiento con La Volpe pero este declinó el honor aduciendo su escaso conocimiento del futbol argentino y los años sin estar en su país.
Con su regreso, se subsanaría el tema de la ausencia y muy rápido, vivillo como es él, recuperará su conocimiento sobre el balompié que lo vió nacer.
El posible nombramiento de Ricardo en la dirección técnica bostera ha levantado voces en contra, como por ejemplo la del mas grande ídolo que tuvo este equipo, Diego Armando Maradona, quién lo descalifica por haber jugado en la posición de guardameta lo que según el ?Pelusa?, disminuye su forma de ver el futbol.
El caso es que La Volpe está en Argentina con la familia y hasta el perro y tendremos desatada la rumorología de su tentativo pase a Boca Juniors. De concretarse, el inseguro estratega tendrá que modificar algunos malos hábitos que adquirió en los muchos años que vivió en México y que no le solapará nadie en su país.
Su trato con los jugadores tendrá que ser fundamentalmente de respeto. Nada de burlas, ironías, apodos y muchos menos insultos o mentadas de madre. En México por alguna sinrazón algunos se lo aguantaron, allá seguramente será diferente. Quiero ver si Palermo le permite que le diga estúpido.
Su relación con la prensa también deberá ser modificada sustancialmente. Nada de desplantes, de falta de respeto, de bravuconadas. Despacito y buena letra porque sus paisanos son de pocas pulgas y tener en contra a la prensa es tener un pie fuera de la institución.
Su vínculo con el Presidente del club será una cuestión que deberá llevar con mucho tiento el buen La Volpe. Mauricio Macri no es Alberto de la Torre, a quién le renunciaba cada cinco minutos y lo trataba como su empleado.
El magnate argentino no será de fácil manejo y menos permitirá el secuestro del equipo como hizo con la selección mexicana.
En fin, las noticias dan cuenta de un Ricardo La Volpe que se pasea feliz por Buenos Aires, que charla, bromea, concede entrevistas y lo pasa macanudo.
No, no lo cambiaron, simplemente regresó el hijo pródigo.
