Miles de animales se regalan por Navidad y después son abandonados, es un círculo vicioso que se repite cada año. Yo pienso que los padres de familia deberían firmar algún papel donde ellos se hacen responsables de la mascota que están dejando en manos de sus hijos. Miles de perros serán abandonados en las calles debido a que la mascota ?no era lo que esperaba? o porque fueron una compra ?impulsiva y sin pensar?. Cada año miles de perros son abandonados y, en su mayoría mueren de hambre, enfermedad, atropellados o víctimas de maltratos por parte de los humanos. Lo interesante de esto es que no podemos controlar los factores externos, pero sí podemos crear conciencia entre nuestros amigos y nuestro entorno. Pelear contra los malos tratos, contra la falta de profesionalismo de las perreras y la nula intervención de nuestras autoridades es algo que podemos hacer día con día. Aunque no lo crean existe una Ley de Defensa de los Animales, desafortunadamente parece ser una ley invisible ya que no es muy aplicada. En este 2007 podemos hacer mucho por ayudar, no se necesita mucho esfuerzo, simplemente debemos de predicar con el ejemplo. Al respetar la vida y el trato digno hacia nuestras mascotas estaremos respetándonos mutuamente y demostrando que la justicia y el derecho a vivir dignamente está siendo aplicado para todos por igual. Vale la pena comenzar el año con el pie correcto y durante todo el año demostrar que tenemos sentido común para tratar a nuestra mascota como se merece. Feliz Año 2007, mis mejores deseos para Uds. y sus familias.
?La oscuridad no puede expulsar a la oscuridad; solamente la luz puede hacer eso.
El odio no puede expulsar al odio; solamente el amor puede hacer eso.
El odio multiplica al odio, la violencia multiplica a la violencia, y la brutalidad multiplica a la brutalidad en una cadena hacia la destrucción.
Odio engendrando odio, guerras produciendo más guerras ?esta cadena debe ser rota, o nos hundirán en el abismo oscuro de aniquilación y degradación hacia nosotros mismos?.
Martin Luther King.