Nosotros Las palabras tienen la palabra VIBREMOS POSITIVO Eventos

El Mejor Amigo del Hombre / ME PERDÍ

Arturo Castañeda Orduña

Hola soy un perrito, y como muchos otros estoy perdido. Extraño a mi familia, ¿me ayudas a encontrarla? Ya llevo días vagando, estoy asustado y nadie me hace caso. Me acerco a los niños esperando encontrar a mis amos y a cambio obtengo patadas, malas caras, y amenazas de muerte. Voy vagando por calles mientras el sol, la hambruna y la soledad terminan poco a poco con mis esperanzas de volver a tener la paz de un hogar. En ocasiones me ayudan las pocas personas de buen corazón que se apiadan de mi condición y me ofrecen agua o comida. Algunas veces me dan asilo y aunque es preferible estar en una casa prefiero vagar por la calle e ir a los brazos de aquellos niños que me cuidaron desde pequeño, que siempre me han alimentado y me cuidan, bueno; me cuidaban. Poco a poco voy perdiendo peso, me veo más sucio cada día y las esperanzas van muriendo junto con mi salud. He recorrido muchos lugares nuevos, otros se me hacen conocidos, una gama de nuevos olores me hacen perder el rastro de cómo regresar a casa. Estoy cansado, muy cansado, y mi esperanza es lo único que me hace seguir adelante. Me he juntado con otros perros. Somos varios en el grupo y ha sido muy gratificante encontrar compañía, poder dormir un poco más tranquilo y descansar al lado de unos magníficos compañeros. Mi tiempo de seguir adelante ha llegado, mis heridas han sanado y emprenderé mi viaje con nuevos bríos. No se preocupen amos míos que pronto llegaré a su lado. El día de hoy encontré el camino rumbo a casa, sé que estoy en la vía correcta porque he encontrado el parque cerca de mi casa. Mientras iba caminando hacia mi casa comenzaron a perseguirme unos hombres, fue raro porque yo no les hice nada y de pronto intentaron agarrarme con sus lazos y sus redes y yo como pude me escapé. Quiero llegar a casa, ya falta poco, me persiguen, corro, debo llegar? mientras veía qué tan cerca venían mis captores escuché un fuerte golpe; no sentí nada, más sin embargo cuando volví a abrir los ojos, ya me habían atropellado, todo lo que sentía era la dureza del pavimento mientras me arrastraban para ponerme al lado de la banqueta? Hoy soy un ángel, estoy en el cielo esperando a mis amos, espero que no se olviden que cuando sean llamados aquí estaré para darles todo el amor que sólo un perro sabe dar.

Wolfschauze@aol.com

Leer más de Nosotros

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Nosotros

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 211611

elsiglo.mx