Lo primero que se debe realizar es lavar muy bien la herida con agua y jabón mientras se talla ligeramente la herida. Esto es con el propósito de que sangre un poco más la herida para remover toda la saliva del can que pudiese estar en contacto con la herida. De esta forma evitamos infecciones como la rabia, que es una infección mortal en el ser humano.
La herida se podrá cubrir con gasas estériles, vendas o algún lienzo limpio para trasladar al herido a un hospital lo antes posible. Se debe de considerar llevar la cartilla de vacunación del niño, el comprobante de las últimas vacunas del niño, alguna descripción de qué orilló al can a reaccionar de esa manera, y por última cuál es el estado del perro (sigue vivo, muerto, agoniza, etc.).
De ser posible se debe de atrapar al perro y mantenerlo en algún patio donde se le pueda dar sus alimentos y agua normalmente. Previo aviso al veterinario se deberá mantenerlo en observación por 12 días y así determinar si al momento de haber mordido estaba bajo los efectos de la rabia. Cabe mencionar que un perro no sobrevive más de siete días en caso de contar con rabia.
En la mayoría de los casos las heridas por mordedura de perro no son de sutura; pero esto no significa que no se les deba dar la importancia que merecen como cualquier herida.
Por último se debe evaluar la necesidad o no de aplicar vacuna antirrábica ya que su aplicación está determinada por los siguientes puntos:
Si el perro es desconocido.
Si el perro es conocido, pero sin vacunas.
Si la herida fue en la cara
Actualmente la vacuna antirrábica que tienen un mínimo de reacciones adversas, son cinco aplicaciones de acuerdo al esquema establecido y se aplica intramuscularmente en el brazo.
Debemos fomentar la relación de los niños con sus mascotas, siempre y cuando les enseñemos que deben de tenerles respeto y tratarlos con dignidad.
wolfschauze@aol.com