Durante los últimos meses y hoy más recientemente dada la proximidad de los comicios federales, aquí su charro se ha reunido con diversos sectores de la sociedad, tanto para perder el tiempo (el ocio y la charla siempre tendrán justificante) y por qué no decirlo, también en búsqueda de parámetros, pues a diferencia de lo que creen muchos, ni toda la verdad ni toda la mentira se encuentran circunscritas en una sola opinión. Dado lo anterior es que nacen estas líneas donde lo único que se busca es compartir con los lectores una serie de interrogantes y al mismo tiempo opinar sobre el trasfondo electoral. Así que comencemos.
¿Voto por un candidato o por el partido? En este caso estimo que estarás votando por una combinación de ambos. Si hablamos en concreto sobre la elección presidencial, en definitiva tendrá mucho peso el candidato por sí solo, pues aunque Fox ayudó a disminuir la estatura del Ejecutivo, sin duda el próximo ocupante de la silla tomará decisiones -constitucionales y también metaconstitucionales- que afectarán el futuro de todos en cualquier sentido. Ahora, no debemos dejar pasar por alto una circunstancia: cualquier suspirante que gane lo conseguirá en gran medida gracias a la maquinaria del organismo político al que pertenezca; por ende desde hace mucho habrá establecido compromisos y alianzas de las cuales difícilmente podrá deshacerse. Quien piense que el próximo presidente de México llega sin compromisos, vive en el error.
Nadie está libre de ataduras. Hace unos días entrevisté a Roberto Madrazo y mi principal crítica estuvo centrada en el hecho de un PRI que habla de reformarse, pero que por la vía plurinominal permite que se cuelen -a ambas Cámaras- linduras como Romero Deschamps o “El Niño Verde”. El candidato tricolor destacó que él metió las manos en aras de incluir a talentos e hizo énfasis en los jóvenes como factor de renovación. Le creo, pero también cabe una enorme duda: ¿No se decía que Madrazo tenía “secuestrado” al partido y que sin su venia nada pasaba? A lo que voy: o Roberto dobló las manos o de plano nadó de muertito al ignorar la vigencia de políticos de dudosa reputación -incluso con antecedentes penales- pues, en palabras de la Maestra Gordillo, “pasa por encima de quien sea con tal de lograr sus fines”. ¿No será quizá que la política es el arte de los equilibrios y ello conlleva costos?
Digo, Felipe Calderón tampoco está muy alejado de la circunstancia anterior. Dentro del PAN también existen “gracias” y corrientes francamente peligrosas. Manuel Espino, su presidente nacional, es calificado como un turbio individuo y de ahí para arriba. Espino pertenece a “El Yunque” (el ala ultraconservadora y de ultraderecha del blanquiazul). En dicho partido existe un palpable resentimiento frente a Fox, pues algunos panistas estiman -cosa cierta y comprobable- utilizó la estructura del mismo en beneficio propio y con ello relegó a panistas tradicionales que se sentían merecedores de ocupar puestos claves en la Administración foxista. Por ello va la siguiente pregunta: ¿con quién gobernará Felipe?
El caso de Roberto Campa es sinónimo de lastres. “Nueva Alianza” tiene como propietaria a una mujer llamada Elba Esther Gordillo. Nadie como ella levanta pasiones en México: unos la ven como la gran reformadora y para otros representa un arcaico sindicalismo corrupto. Sí, siendo francos, es fácil llegar a la conclusión de que dicho candidato es solamente un patiño o en palabras de la periodista Lydia Cacho, una burla.
Votar por Patricia Mercado… Sí, trae buena propuesta pero está casada con ideas revolucionarias dentro de un país tradicionalmente conservador. Si tú, lector querido, apoyas la igualdad de sexo, el derecho al aborto y leyes que no discriminen a los homosexuales; entonces Mercado es tu opción a seguir. Los compromisos de Alternativa Socialdemócrata y Campesina son con las minorías y el plan de la candidata -sin pasar por alto lógicos bemoles- puede resultar atractivo. Para bien o para mal, Patricia Mercado no será la futura presidenta de este país.
Y bueno, López dice que él no tiene compromisos. ¡Sí caray; y yo ando con Angelina Jolie y vamos a tener sextillizos! El PRD de antaño, aquella izquierda combativa se perdió para así darle paso seres pueriles que ya ni aquí caben. En entrevista con Joaquín López Dóriga, el de la “honestidad valiente” dejó entrever a posibles miembros de su Gabinete y -fiel a su estilo ladino de mirar hacia abajo y no contestar- evadió cuestionamientos sobre sus compromisos. Más que compromisos, lo que López trae a cuestas son odios a diestra y siniestra y sería muy viable de que en caso de que ganara -hoy va abajo y en picada- tal como lo hizo en la capital, se pasará por el arco del triunfo cosas que a él siempre le han tenido sin cuidado: la Ley y la relación con los demás Poderes de la Unión.
¿Y en el caso de senadores y diputados hacia dónde me inclino? Yo parto de una idea: debemos analizar con extremo cuidado las propuestas e ideas de los candidatos de nuestro estado o distrito y luego decidir. Comparto una idea: la de los contrapesos y equilibrios, es decir, que no exista mayoría absoluta. Ojo: durante este sexenio ello nos salió carísimo pues nadie se puso de acuerdo y caímos en una parálisis legislativa de dar pena ajena. Más que fracciones parlamentarias, lo que hoy se necesita son legisladores independientes, libres pensadores, pero al mismo tiempo con sentido común.
¿Partido o candidato? Inevitablemente estaremos comprando las dos cosas. Que la política es una Caja de Pandora y se encuentra llena de sorpresas.