Manaña se pondrá a consideración del pleno de la Cámara Alta la aprobación de los nuevos miembros del Tribunal Electoral.
EL UNIVERSAL
MÉXICO, DF.- El proceso de elección de seis magistrados electorales ha llegado a su etapa crucial. Y del sexteto de candidatos que ha entrado a la recta final, cinco son egresados de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
La negociación entre los principales grupos parlamentarios en el Senado está prácticamente resuelta y ha prevalecido el criterio de que las seis vacantes que tiene el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) deben ser ocupadas por personajes que hayan logrado el consenso de los legisladores.
Hoy lunes al mediodía se reunirá la Junta de Coordinación Política de la Cámara Alta y por la tarde lo harían las comisiones unidas de Justicia y Estudios Legislativos, con el propósito de afinar y votar el dictamen que mañana martes se pondría a consideración del pleno senatorial.
De los seis que obtendrían el pase para formar parte de la Sala Superior del Tribunal, cinco son egresados de la UNAM. Se trata de Flavio Galván Rivera, Pedro Estaban Penagos, Alfonso Oñate Laborde, Manuel González Oropeza y María del Carmen Alanís.
El único que tiene otro origen académico es Salvador Nava Gomar, quien se graduó como abogado en la Universidad Iberoamericana y actualmente es director de la Escuela de Derecho de la Universidad Anáhuac del Sur.
A los senadores no les ha gustado el procedimiento para hacer la selección de los magistrados, pero es lo que establece la Ley Orgánica del Poder Judicial. No les pareció tener que sujetarse a ternas y elegir uno de cada una.
Es lo que finalmente harán en esta ocasión, aunque para las sucesivas elecciones de magistrados electorales, buscarían legislar y contar con nuevas reglas, que les permitirían una mayor participación en el proceso, abrir las ternas y escalonar el relevo de los miembros de la Sala Superior del Tribunal.
Por ahora, no hay otra opción. De acuerdo con lo que establece la Constitución y las leyes electorales, a la Sala Superior le corresponde la calificación de la elección de presidente de la República. Ésa sería su mayor tarea, aunque también le correspondería revisar impugnaciones sobre elecciones de diputados, senadores, gobernadores y alcaldes.
La sala está integrada por siete magistrados y la vigencia del cargo es de diez años. Esta vez no se hace una renovación total porque Alejandro Luna Ramos fue elegido apenas el año pasado por el lugar que dejó el fallecimiento de José Luis de la Peza.
En la mesa de negociaciones del Senado no quieren que se repita el episodio de la elección de consejeros del IFE que hizo la Cámara de Diputados en 2003, cuando la bancada del PRD se desligó del procedimiento.
La intención es que los seis magistrados tengan el voto de las tres principales fuerzas políticas: PAN, PRI y PRD.
Hay en la mesa cartas o aspirantes a magistrados que ayudarían a lograr ese consenso. Si Manuel González Oropeza llega con el visto bueno del PRD, nadie objetaría el ascenso a la Sala Superior de Alanís -que tiene el beneplácito panista- y Oñate -que es empujado por los priistas y verdes-.
De hecho, los seis perfilados tienen currículos que confirman que tienen las características y cualidades para ser integrantes del TEPJF.
Hoy lunes, en comisiones unidas, de no trabarse el consenso, se haría la votación por ternas y mañana martes en el pleno senatorial nada más se votaría por los seis elegidos.