¿Fin de la pesadilla?
De cubrirse al pie de la letra la estrategia prevista, antes de finalizar el sexenio estará trazada la ruta de salida frente al laberinto que representa el Régimen de Jubilaciones y Pensiones del Instituto Mexicano del Seguro Social, cuyo faltante de reservas araña ya los 700 mil millones de pesos.
La vía incluye el lanzamiento de una emisión de deuda avalada por la Tesorería de la Federación por una parte del boquete, presumiblemente 350 mil millones de pesos. La intención es simple: ?Comprarle? al Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social el formidable débito, lo que implicaría cubrir por anticipado la antigüedad de los trabajadores, en afán de emprender un borrón y cuenta nueva? bajo un marco distinto de cotización y un esquema más laxo para alcanzar el derecho.
Naturalmente, el escenario excluiría a los que les faltan tres, cuatro o cinco años para alcanzar la jubilación, o un año menos en el caso de las mujeres, o a los de reciente ingreso, cuyo horizonte de pago de cuotas y edad de jubilación hace posible financiar la conquista laboral.
La posibilidad, como recordará usted, se planteó en la fallida reforma a la Ley del ISSSTE, que permitiría incorporar a los servidores públicos al sistema privado de pensiones.
Con el bono de antigüedad en la mano, los trabajadores del gobierno tendrían opción de escoger a la Administradora de Fondos para el Retiro de su preferencia para depositarle los recursos.
En el nuevo marco del SS, la jubilación llegaría a los 35 años de antigüedad en el caso de los hombres y, a los 34 en el de las mujeres? cubriéndose una cuota revisable en lapsos determinados, que podría llegar al 15 por ciento del salario-base.
La opción alcanzaría el 100 por ciento del promedio salarial de los últimos cinco años? frente al 130 de la última remuneración que se percibe bajo el régimen actual. El escenario se discute en una comisión paritaria integrada por cuatro representantes del Instituto y cinco del sindicato, que se creó tras la última revisión contractual realizada en octubre del año pasado, justo para ubicar salidas frente al problema que coloca en la tablita la viabilidad del organismo.
Esta ha sesionado tres veces en el lapso, la última de ellas el 27 de marzo pasado.
Del lado de los trabajadores la representación la integran el Secretario General del sindicato, Roberto Vega Galina, y los secretarios del Trabajo, Federico Arellano Parra; de Previsión Social, Joaquín Castillo González; de Capacitación y Adistramiento, Miguel Ángel Van Dick Puga, y el representante ante la Comisión Nacional Mixta de Jubilaciones, Clemente Cuautecontzi Pérez.
La paradoja del caso es que la posibilidad de integrar una comisión paritaria se había abierto desde 1989, cuando el Seguro Social aceptó revisar el Contrato Colectivo de Trabajo, con énfasis en el Régimen de Jubilaciones y Pensiones.
La alternativa, que inexplicablemente dejaron de lado las posteriores administraciones del organismo, hablaba de evaluar periódicamente el esquema, en afán de reforzar sus deficiencias financieras? en un escenario en que las circunstancias cambiaron radicalmente, entre otras cosas al estirarse la esperanza de vida de la población.
Adicionalmente, se planteó un esquema que reduciría el número de trabajadores del Instituto, al desincorporarse los cuadros ajenos a la operación directa, es decir personal de limpieza, intendencia, vigilancia, guarderías? La recomendación tampoco se acató.
Por lo pronto, sí en 1966, a 23 años de construido, el Seguro Social trazó las bases para cumplir la exigencia prevista en su ley orgánica de un retiro digno para sus trabajadores, fijándose una aportación al fondo equivalente al 1.25 por ciento del salario-base, 23 años más tarde, en 1989, fijada ya con certeza la fórmula, el monto se elevó a tres por ciento.
Y aunque éste llegará al nueve en seis años más para los trabajadores de nuevo ingreso, a razón de un punto anual tras cada incremento salarial, el cálculo actuarial estima que es aún insuficiente. Lo grave del caso es que en 1979 y 80, a la vera de la convocatoria al país del ex presidente José López Portillo para aprender a administrar la riqueza, el Instituto Mexicano del Seguro Social contrató de golpe 150 mil trabajadores que el año entrante empezarían a jubilarse. ¿Fin de la pesadilla?
Balance general
A quien se le apareció el diablo fue a la empresa estadounidense Kansas City Southern, tras de que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes iniciara dos procedimientos de sanción en su contra por supuestos incumplimientos en el plan de negocios que presentó a la adquisición del capital del Ferrocarril del Noreste.
Como usted sabe, la firma ingresó originalmente a la empresa concesionaria, Transportación Ferroviaria Mexicana, como socio de Transportación Marítima Mexicana de José Serrano Segovia, asumiendo más tarde la totalidad del capital.
La acusación concreta contra la firma de allende el Bravo es que omitió reinvertir de sus utilidades generadas durante 2004 y 2005 un global de 61.6 millones de dólares. Los recursos debían haber apuntado a fortalecer la calidad de los servicios de carga que ofrece el troncal.
El monto de la sanción, a título de medida de presión, se conocerá en los próximos días.
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En convocatoria al inaudito, dado el raquítico precio pagado por la línea aérea, hete aquí que el Grupo Posadas de Gastón Azcárraga Andrade está solicitándole a la Secretaría de Hacienda una rebajita en el costo pactado para cubrir la factura por Mexicana de Aviación.
La solicitud se la endosó por lo pronto la cadena a Cintra, la ex controladora de la firma, quien formalmente dio la cara para la venta. El pretexto, al parecer, es la entrega de un monto de capital de trabajo inferior a lo planteado en el prospecto de compra, que habría salido a flote en la auditoría ordenada por Posadas.
Como recordará usted, Azcárraga Andrade pactó un pago de 166.5 millones de dólares por la línea aérea? que tenía en caja al menos 100 millones.
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Uno de los damnificados indirectos con la suspensión de Aerocalifornia para operar vuelos comerciales es el Grupo Aeroportuario del Pacífico, cuyos socios principales son las empresas españolas Unión Fenosa y Aeropuertos de España.
La aerolínea operaba en diez de las 12 terminales del conglomerado, movilizando al 11 por ciento de los pasajeros comerciales y propiciando el 8.4 por ciento de las operaciones aéreas.
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La semana próxima América Móvil, la empresa de alcance hemisférico de Carlos Slim, planteará una nueva oferta de compra, ahora por el 48 por ciento del capital de la firma Telecomunicaciones de Puerto Rico, en este caso a un grupo pulverizado de accionistas.
Como usted, sabe, hace unos días la compañía del magnate le compró a Verizon el 52 por ciento de las acciones de la telefónica boricua, pagándole 939 millones de dólares, precio que sostendrá en proporción por el resto. La firma mantiene una participación de 34 por ciento en el mercado.
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