Hoyo negro
Decidido entre las sombras el traspaso de las cuentas del Fobaproa al Instituto para la Protección del Ahorro Bancario en agosto de 1999, siete meses después de la aparición de éste, la sorpresa fue que los pasivos se incrementaron por arte de magia en 48 por ciento.
Si en el balance del año anterior se manejaba una cifra de 346 mil 283 millones de pesos, ésta creció a 722 mil 465 sin que la metodología indexada a las cuentas explicara el cómo o el por qué del colosal salto.
Lo inaudito, además, es que el auditor externo del organismo que enfrentó el rescate bancario, es decir el despacho Ruiz Urquiza, señaló a la letra que ?los estados financieros presentan visiblemente todos los aspectos de los montos de activos y pasivos? de conformidad con los principios de contabilidad generalmente aceptados?.
El despacho elegido por el Banco de México para la revisión era una subsidiaria de Arthur Andersen, firma que fue consignada por el Departamento de Justicia de los Estados Unidos por la mayor defraudación contable-corporativa en la historia de ese país: Enron.
Más allá, hete aquí que tras su desaparición física decretada el 28 de julio de 2004, el Fobaproa le hizo entrega de su patrimonio al IPAB, es decir siete pesos? heredándole en firme un débito de 720 mil millones.
La extinción del fideicomiso del Banco de México se inició en marzo del año 2000, tras un convenio firmado entre José Ángel Gurría como secretario de Hacienda y Guillermo Ortiz como gobernador del Banco de México. El sustento hablaba de que no había razón para que el Fobaproa permanezca en operación, habiéndose concluído las auditorías ordenadas por la Cámara de Diputados.
El caso es que en su informe final el despacho responsable de la revisión encabezado por el canadiense Michael Mackey, reiteraría que el Fobaproa carecía de estados financieros consolidados, dado que el último se realizó en junio de 1998, ?por lo que no podemos expresar opinión alguna sobre éstos?.
Más allá, se señalaba expresamente que el informe no constituye una auditoría financiera, ?dado que sus términos de referencia fueron distintos a los que reclama ésta, y no se proporcionó la información reclamada?.
Las perlas anteriores las extrajimos de un libro de reciente aparición, cuyo título es más que sugestivo: ?Agravios nacionales en la hacienda pública mexicana?.
Estamos hablando de la obra póstuma de Samuel I. Del Villar, el hombre al que se atribuye el proyecto de creación de la Secretaría de la Contraloría, al amanecer del gobierno del ex presidente Miguel De la Madrid.
La introducción, firmada por el autor, es contundente: ?El descontrol e institucionalización de la corrupción hacendaria dominó al estado mexicano con el llamado ?rescate bancario? de 1994-98. La quiebra empresarial de la mayoría de los banqueros inventados por la gracia de Carlos Salinas y sus defraudadores en connivencia con las autoridades, llevaron a que la banca se restituyera de hecho?.
El volumen, editado por Océano, se mete en la coyuntura de una polémica que el gobierno, los banqueros y las empresas deudoras quisieran extinguir con la amortización de los Pagarés Fobaproa cuyo proceso se iniciará este año? por más que en el anterior debió el gobierno refinanciar vencimientos de emisiones de deuda emitidas por el IPAB del orden de 160 mil millones de pesos.
De acuerdo a Del Villar, cada año la Secretaría de Hacienda se ha llevado al baile al Congreso al imponer en la Ley de Ingresos la delegación inconstitucional de facultades al IPAB para contratar créditos o emitir valores, con el único objeto de canjear o refinanciar sus obligaciones financieras.
El caso es que el Impuesto al Protección al Ahorro Bancario (IPAB) infla cada año sus activos con la partida ?recursos a ser asignados vía presupuesto de Egresos de la Federación a largo plazo?, que mágicamente saltó de 516 mil 375 millones de pesos en 1999, a 630 mil 160 en junio de 2004.
Y el caso, finalmente, es que los créditos bancarios que se destinan a financiar el pago de pasivos del IPAB representan el 25 por ciento del total de préstamos al comercio; tres veces el destinado al consumo, y 3.4 veces el destino a la vivienda.
Por lo pronto, mientras el ex banquero Carlos Cabal Peniche se pasea libremente por el mundo, nadie parece recordar los 14 mil millones de pesos que se prestaron a 54 empresas ?canalizadoras?? controladas por él mismo, sin ninguna posibilidad de recuperación.
Y quién se acuerda que los interventores públicos del Banco Unión le siguieron haciendo préstamos alegremente a los ex socios de las intermediarias, sin mayor recato. El hoyo negro del país.
Balance general
La larga indefinición del Gobierno para plantear la posición de Petróleos Mexicanos en una eventual resurrección del proyecto petroquímico El Fénix, está provocando el surgimiento de alternativas paralelas sin mayor pretención que cubrir el abasto. Lo dramático del caso es que en ninguna de ellas se plantea la compra de materias primas a la paraestatal, dado que éstas se importarán de los países involucrados.
Mientras una de las alternativas la encabeza el grupo Alfa, único sobreviviente del proyecto original, en paralelo a las multinacionales Total y Repsol, otro lo promueven ex ejecutivos de las firmas Basf, Texaco, Shell, Exxon y Mobil.
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Cancelada la anunciada participación del candidato de la Alianza por el Bien de Todos, Andrés Manuel López Obrador, en la Convención Nacional de la Banca a celebrarse a partir de hoy en Acapulco, el escenario le quedó íntegro a sus rivales más cercanos en las encuestas: Felipe Calderón y Roberto Madrazo, candidatos del PAN y la Alianza por México, respectivamente.
La jugada es simple: ubicarlos como los abanderados de la causa de los banqueros.
De hecho, hace unas semanas el grupo financiero BBVA/Bancomer promovió una encuesta entre sus funcionarios asistentes a una convención, en la que la abrumadora mayoría se inclinaba por el aspirante blanquiazul.
Mientras éste alcanzaba el 88 por ciento de las intenciones de voto, sólo el seis se inclinaba por Madrazo, y cuatro por Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
La paradoja del caso es que la intervención que más concita el interés de los señores del dinero, es la del presidente del Instituto Federal Electoral, Luis Carlos Ugalde. Y conste que entre los invitados está el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Luis Alberto Moreno.
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Pues ahora resulta que ante los titubeos del grupo ICA por aceptar el precio que plantea la Secretaría de Comunicaciones y Transportes por un paquete accionario equivalente al 49 por ciento del capital del Grupo Aeroportuario Centro Norte, el gobierno plantea colocar los papeles en los mercados internacionales.
De hecho, ya se solicitó el permiso respectivo a la Comisión de Valores y Cambios de Estados Unidos.
Como usted sabe, la empresa de Bernardo Quintana es la principal tenedora del paquete de control con que se opera la administración de las terminales aéreas.
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El Banco Nacional De Comercio Exterior que encabeza Héctor Reyes Retana suscribirá con el Trade Development Bureau de China un convenio de intercambio y cooperación para apoyo de pequeñas y medianas empresas. En el terreno práctico, el mes próximo llegará al país una misión de empresarios del país de la muralla interesados en importar productos mexicanos de los sectores de alimentos y bebidas, partes automotrices y productos químicos.
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En lo que parece el paso más firme para su ingreso a la capital del país, la cadena de autoservicio Soriana acaba de inaugurar su tienda número ocho en la periferia, ubicada ésta en Tlanepantla.
En total, la firma acumula ya 198 puntos de venta en el país.
albertobach@yahoo.com.mx;
