De no atravesarse algún milagro, los signos indican que finalmente llegará la huelga al Servicio Panamericano de Protección ante la imposibilidad, o quizá indolencia, de la firma de traslado de valores propiedad de 13 bancos para alcanzar un arreglo equilibrado.
Los representantes de ésta no se presentaron a las dos últimas audiencias conciliatorias convocadas por la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, tras aplazarse 40 días el doble emplazamiento colocado en la mesa. De hecho, aún no hay una contraoferta de la compañía frente al reclamo de incremento salarial de 10 por ciento planteado por el Sindicato Nacional de Traslado de Valores, Custodia, Seguridad, Mensajería y Servicios.
Ahora que la parte caliente del asunto se centra en otra vía: la exigencia de los trabajadores en que se mantengan las condiciones de higiene y seguridad previstas en el Contrato Colectivo de Trabajo.
La manzana de la discordia es una cláusula que obliga a la empresa a indemnizar con cierta holgura a los trabajadores que se intoxican por la prolongada inhalación de gas LP, es decir el combustible que alimenta los carburadores del 80 por ciento de la flota de camionetas blindadas. La prestación se abrió el año pasado tras un violento jaloneo entre Serpaprosa y el sindicato provocado por la muerte del custodio Ariel Ávila Pacheco, cuyo cadáver se encontró en la cabina de uno de los vehículos que se dirigía a San Juan del Río, Querétaro.
La justificación de la empresa ante el percance apuntaba a una imprudencia de los tripulantes del vehículo, al intentar pasar por debajo de un puente para eludir un embotellamiento, lo que provocó el atascamiento de la camioneta en un riachuelo, cuyas aguas taparon el sistema de escape. El custodio, pues, murió por la inhalación de bióxido de carbono al mantener en aceleración el motor mientras sus compañeros iban por ayuda.
La versión, empero, se cae de las manos a la vista del resultado de la necropsia practicada entre cuatro y seis horas posteriores al fallecimiento. Firmado por el médico perito legista Abraham Rojas Gallegos, el diagnóstico final hablaba de ?paro respiratorio secundario a intoxicación por hidrocarburos (gas LP)?. El documento habla, además, de ?congestión visceral generalizada?.
El dictamen fue recogido a la letra por el Ministerio Público que atendió el asunto, bajo la presunción de homicidio, señalando que la causa de la muerte del policía se debió ?a una intoxicación por hidrocarburos (gas LP) que produce paro respiratorio. Ahora que inconforme con el resultado, la empresa cuyo socio mayoritario es el banco BBVA/Bancomer, participando en el capital lo mismo Banamex/Citigroup que Serfín/Santander, exigió una biometría de sangre del cráneo del cadáver para certificar algún residuo de alcohol u otra sustancia tóxica? que resultó negativa.
El caso es que Serpaprosa sostiene una y otra vez que el gas LP no causa intoxicación aún en inhalaciones prolongadas, lo que desmiente un documento preventivo con proa hacia sus trabajadores elaborado por Pemex Gas y Petroquímica Básica. Textualmente se señala que el gas licuado es un asfixiante simple, debido a que diluye el oxígeno disponible para respirar, y que los efectos de una exposición prolongada pueden inducir dolor de cabeza, náuseas, vómito, tos, depresión del sistema nervioso central? presentándose en casos extremos convulsiones, inconsistencia, ?incluso la muerte como resultado de la asfixia?.
De acuerdo al sindicato la exposición de los custodios al veneno es el resultado del pésimo mantenimiento de los vehículos. De hecho, a diferencia de otros transportes de empresas privadas que utilizan el mismo combustible, las camionetas blindadas de Serpaprosa van regando en el ambiente el repugnante olor.
La paradoja del caso es que la firma, tras la implantación de la cláusula de la discordia, ha intentado tapar el sol con un dedo al acusar a los custodios de intoxicarse con emanaciones de escapes de vehículos para acceder a la prestación? por más que existen dictámenes médicos del Seguro Social que hablan de síntomas inequívocos de inhalación de gas LP que desembocaron en el desvanecimiento de los policías.
Más aún, se da el caso que la empresa presentó un dictamen técnico que avalaba el buen estado del equipo de combustión de una camioneta 1998 placas NU42949, firmado por el perito Alfonso Mc. Mahon García, documento que la Dirección de Gas LP de la Secretaría de Energía descalificó, entre otras cosas por encontrase suspendida la acreditación de éste.
Por lo pronto, los incendios de las camionetas blindadas se han vuelto comunes en los últimos meses, señalándose en todos los casos como causal un corto circuito? cuyas chispas se unieron a las fugas de gas LP. Los motores terminaron achicharrados. Ahora que en todos los casos los custodios han puesto a resguardo los valores, a riesgo de su vida.
El riesgo, pues, está a la vista? y el olfato. ¿Tan pobres están los bancos que no pueden garantizar la mínima seguridad de sus trabajadores? ¿Tan pobres están las leyes?
Balance general
El sainetazo llegó hace unos días a las oficinas del PRI, ubicándose en el elenco al presidente de éste, Mariano Palacios Alcocer; a los líderes de las fracciones del tricolor en el Congreso, Emilio Gamboa Patrón y Manlio Fabio Beltrones, y a los militantes del partido, por más que activistas a favor de la causa panista, Luis Téllez y Jesús Reyes Heroles. Los papeles estelares los tuvieron el tercero y el quinto de los señalados.
La visita de los ex secretarios de Energía durante el gobierno zedillista obedecía a una atenta petición: apoyo del ex partidazo para integrarse al gabinete de Felipe Calderón Hinojosa. El argumento era simple: abrir el escenario para un gobierno incluyente. Dos priístas, por más que apóstatas, en el equipo panista.
El regaño fue de escándalo.
Los calificativos enrojecían la cara impávida de Plutarco Elías Calles, cuya estatua se cimbraba al compás de los gritos. La voz cantante la llevó Beltrones? con cargo a Reyes Heroles, a quien se recordaron los apellidos ilustres de su padre. Los suspirantes salieron por piernas.
___________
El efecto terremoto podría llegar en los próximos días al grupo cervecero Modelo, de concretarse la pretención del fondo de inversión estadounidense conocido como Edward Lamport?s Investments de adquirir a la firma Anheuser Busch. De la seriedad del intento habla la oferta colocada en la mesa: 56 dólares por acción.
Como usted sabe la firma es dueña del 50.2 por ciento del imperio cervecero fabricante, entre otras marcas, de Corona, al acumular en directo el 35 por ciento de su capital, además de un 23.25 por ciento de su controladora, el Grupo Diblo.
De acuerdo al contrato pactado, la empresa encabezada por Carlos Fernández no tiene ninguna opción de patalear ante el cambio de dueño de su socio? por más que tendría derecho de preferencia si éste decidiera deshacerse de la participación en la firma mexicana. Los nervios, por lo pronto, no los aplaca la ingesta desenfrenada de té de tila.
______________
Kimberly Clark México finalizó el traspaso temporal de sus activos en materia de producción de papel a un fideicomiso del Deutche Bank México, desde el cual serán operados por una sociedad denominada Controladora Celulósica Papelera, en la que caben Desarrollos Estratégicos y el fondo internacional Eton Park. El fideicomiso tendrá el 60 por ciento del capital, conservando la empresa de Claudio Xavier González el otro 46.
albertobach@yahoo.com.mx
barrancoalberto@prodigy.net.mx
