Colocados los principales directivos de Enron en la antesala de un castigo ejemplar tras ser declarados culpables de inflar los estados financieros de la empresa en perjuicio de los inversionistas que le apostaron a la verdad, las compañías nacionales están poniendo sus barbas a remojar.
Y como más vale prevenir que lamentar, la Confederación Patronal de la República Mexicana acaba de publicar un manual cuyo título es más que expresivo: ?Herramientas de integridad para fortalecer la competitividad de las empresas?.
Pragmático, el organismo que intenta erigirse como la conciencia del empresariado plantea como gancho para asumir compromisos de transparencia, gobierno corporativo, honestidad y responsabilidad social, la posibilidad de mejorar los negocios.
La ruta apunta a tres metas:
-Incremento en ventas, en un horizonte en que la percepción de integridad de una empresa por parte de la sociedad está empujando las preferencias por encima de la oferta simple de precio, calidad y accesibilidad.
-Protección y fortalecimiento de imagen, reputación y marca, en un escenario en que los consumidores tienden a escoger aquellas marcas que tienen un buen ?historial de integridad? no sólo en relación con sus clientes y consumidores, sino con la comunidad empresarial y el gobierno? lo que de pasadita aumenta la capacidad de atraer inversión.
-Ventaja competitiva de la empresa por su comportamiento confiable y honesto que incluye las condiciones de trabajo del personal; la integración de terceros interesados en la toma de decisiones y las relaciones con proveedores. De hecho, se estima que a las empresas percibidas como comprometidas con el tema de la integridad les resulta más fácil reclutar y retener empleados, lo que se traduce en menor costo en materia de capacitación y reclutamiento.
Ahora que en la carambola el conocimiento pleno de un riguroso código de conducta de una empresa se asume como barrera para actos de corrupción o desvío de recursos.
Más allá, una empresa comprometida con la rendición de cuentas permite la identificación temprana de prácticas irregulares, lo que necesariamente disminuye el riesgo de demandas legales. Lo cierto es que aún cuando en los últimos tres años ha disminuido la relación perversa de complicidades empresa-Estado, el país está aún muy lejos de haberla superado.
El comparativo entre una encuesta realizada en el 2002 por el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey y otra realizada el año pasado por el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado muestra aún rescoldos de aquellos lodos.
Si en el primer caso el 39.14 por ciento de las compañías incluidas en la muestra reconocía pagos de dádivas para influir en el contenido de leyes, políticas y regulaciones, en el segundo el abanico alcanzó al 20.
Más allá, si en 2002 las firmas aceptaron destinar el 8.5 por ciento de sus ingresos en la práctica insana, hoy se llega a seis. En el caso concreto de las empresas extranjeras que compran la voluntad del gobierno, el monto bajó del 11.4 al 9.3, en tanto en el de las nacionales la caída fue del 8.3 al 5.7.
Ahora que si nos metemos al terreno estricto de las mordidas para agilizar trámites, obtener contratos o canonjías, hete aquí que de tres mil 985 empresas encuestadas, el 62.05 había reconocido en el 2002 estar en la movida, en tanto en el 2005 el porcentaje llegó al 34.
Ahora que en el actual gobierno el incentivo se encareció, dado que si hace tres años se destinaba para efectos de corrupción el 5.1 por ciento de los ingresos de las firmas, hoy se llega al seis? con la mitad de participantes en la práctica.
Por lo demás, el manual de la Coparmex señala que en la búsqueda de una política de integridad se deben atender cinco principios, que oscilan desde la compatibilidad en el comportamiento ético de directivos, ejecutivos y empleados hacia proveedores, clientes y autoridades, hasta generar un sentido de corresponsabilidad entre empresas, consumidores y autoridades.
El texto sugiere plantear un autodiagnóstico previo en el que se incluirían preguntas como éstas: ¿El código de conducta de la empresa prohíbe expresamente el pago de comisiones extraoficiales? ¿Están dados de alta todos los empleados para recibir servicios de seguridad social? ¿La empresa cuenta con mecanismos que garanticen el reporte y la publicación de información puntual, periódica, confiable y relevante acerca de sus actividades, sus estructuras, su situación financiera y sus resultados?
Por recetas e incentivos, pues, no queda. La integridad como negocio.
Balance general
Tejida una espesa red de protección por parte de influyentes panistas y ex integrantes del tristemente célebre grupo Amigos de Fox a favor de la empresa Mexicana de Lubricantes, Petróleos Mexicanos rechaza negociar cualquier salida que le permitiera resarcir las pérdidas que arrastra como socio minoritario de la firma fabricante de aceites y lubricantes.
Una de ellas la plantean los a su vez también socios minoritarios de la compañía, a quienes se les ha negado sistemáticamente el conocimiento de los estados financieros de ésta.
Estamos hablando de los hermanos Leaño, propietarios, entre otros, de la Universidad de Guadalajara y del equipo de futbol conocido como los ?tecos?.
La propuesta es simple: unir su participación al 49 por ciento de Petróleos Mexicanos para hacer mayoría sobre el 51 por ciento de la Impulsora Jalisciense de Salvador Martínez Garza, y así forzar a una asamblea extraordinaria en que se destituiría a éste como presidente.
Como usted sabe, Mexicana de Lubricantes no hace públicas sus cifras desde el año 2000, en un escenario en que Pemex tendría derecho a recuperar la firma privatizada en 1992 si se comprueba que acumula dos años consecutivos de números rojos.
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Hete aquí que convocado con urgencia hace tres semanas a una reunión en la residencia presidencial de Los Pinos, el ex presidente de la Comisión Federal de Competencia, Fernando Sánchez Ugarte, se topó con una pregunta a bocajarro:
-¿Le entras?
La posibilidad hablaba de llenar el hueco que había quedado en la propuesta del Ejecutivo a la Comisión Permanente del Congreso para la integración del pleno de la Comisión Federal de Telecomunicaciones, tras la declinación del ex vocero zedillista Fernando Lerdo de Tejada.
El caso es que Sánchez Ugarte le dio el sí al presidente Vicente Fox? sin que hasta el momento le hayan vuelto a llamar. La presunción, lo adivinó usted, es simple: lo vetó Teléfonos de México. Ya ve usted que en este país el presidente propone y las empresas grandes disponen.
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Será hasta la próxima semana cuando se den a conocer a los interesados las bases de la licitación para la venta de Aeroméxico y empresas filiales, lo que les permitirá decidir en firme si participan o no en la campal.
Hasta hoy la única firma que ha dado la cara abiertamente es Aviacsa, en sociedad, juran, con la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA).
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Quien se quedó la semana pasada en la antesala de colocar una oferta pública de Certificados Bursátiles de Participación Ordinaria equivalentes al 30 por ciento de su capital, fue la firma Cablemas. La emisión, por la que esperaba recaudar entre 265 y 296 millones de dólares, la frenó la turbulencia en el mercado bursátil, con epicentro en los Estados Unidos.
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